Ya se nos acaba el mes de abril: mañana empieza mayo. Vamos a adelantar un poco nuestro poema dedicado a mayo, para ir abriendo boca y porque mañana habrá sabrosas cosas.
El poema que hemos elegido era casi previsible: «El romance del prisionero», una preciosa muestra del romancero. Se trata de un romance (ya sabéis: versos octosílabos con rima asonante en los pares) lírico de una gran belleza.
Hemos preparado un vídeo de imágenes ilustrativas con la interpretación que Paco Ibáñez hizo de este romance. Esperamos que os guste.
ROMANCE DEL PRISIONERO
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace el calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
va a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuando las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace el calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
va a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuando las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.
(Anónimo)
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Os deseamos un feliz mes de mayo.
¡Disfrutad de mayo!
¡Disfrutad de la vida!
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