


I.E.S. El Olivo. Parla (Madrid)
Antonello di Giovanni d’Antonio es conocido como Antonello da Messina porque nació precisamente en esa ciudad de Sicilia (Italia) hacia 1430. Trabajó como pintor en Nápoles primero y después en Milán. Debió de ser un hombre observador y de gran agudeza intelectual, porque fue capaz de aprender la técnica del óleo sólo observando las tablas de los primitivos flamencos que compraban los grandes señores italianos. En Italia se pintaba fundamentalmente al temple, y cuando se usaba el óleo se hacía torpemente. De los pintores del norte aprendió también el gusto por el dibujo y el detallismo, la claridad, la armonía del color. Todo eso lo unió a la influencia de Piero della Francesca y su perspectiva matemática. Su obra fue una maravillosa síntesis entre el norte y el sur. Viajó a Venecia, y cuentan que influyó en los Bellini y en el mismísimo Mantegna. Falleció en Messina en 1479.
De este autor hemos elegido el Cristo muerto sostenido por un ángel, una tabla de madera pintada al óleo que se encuentra en el Museo del Prado. La obra representa un tema tópico de la iconografía cristiana interpretado a la manera renacentista: la anatomía de Cristo denota un conocimiento de la estatuaria clásica y la serenidad de su rostro es muestra de la contención renacentista. El dramatismo se centra en el rostro lloroso del ángel-niño que lo sostiene. Al fondo, un paisaje luminoso y claro que recuerda los paisajes de las pinturas flamencas.
La obra fue comprada por el Museo del Prado en 1965, y cuentan que la trajo un señor para que la estudiaran, por ver si merecía la pena limpiarla y restaurarla. Cuando descubrieron de qué se trataba, la compraron, y pasó a ser una de las más admiradas del Museo. Otra excusa para aliviar nuestra tensión en el Prado.
Nos gusta la educación, por eso, incluso cuando manifestamos nuestra disconformidad, procuramos difundir un poco de cultura. En nuestras pancartas aparecen obras de arte en las que queremos plasmar nuestra indignación.
Nuestras profesoras están horrorizadas no por tener que trabajar dos horas más, no, porque eso no es cierto. Van a trabajar las mismas horas: 37,5 (que en la realidad son bastantes más). Lo que va a cambiar es la distribución de esas horas: van a tener que dedicar dos horas más a dar clases dejando de realizar otras tareas absolutamente necesarias para el buen funcionamiento de un instituto y para que no se resienta la calidad de la enseñanza.
Les causa horror contar con ocho profesores menos en su centro, y todas las consecuencias que estas medidas van a suponer:
La obra pertenece a NICCOLÒ DELL’ARCA (hacia 1435-1494), un escultor italiano que trabajó fundamentalmente en Bolonia durante el siglo XV. No se sabe mucho sobre su biografía, pero se cree que nació en la ciudad meridional de Bari, en el reino de Nápoles. Hacia 1460 se estableció en Bolonia, donde realizó una de sus obras más conocidas: el Llanto por la muerte de Cristo. El tema es muy típico de la iconografía cristiana, tanto en pintura como en escultura. El grupo escultórico de Niccolò dell’Arca se encuentra en la iglesia de Santa Maria della Vita, y está formado por siete figuras de tamaño natural realizadas en terracota policromada, aunque se ha perdido buena parte de la pintura. No se sabe exactamente cómo tenían que estar colocadas, pero siguen sorprendiendo por su gran expresividad, inusitada en la escultura italiana de la época. Ahí queda este poquito de cultura para tanta indignación.