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sábado, 1 de septiembre de 2012

LOS MESES DEL AÑO EN EL CINE (IX): SEPTIEMBRE


Septiembre es un mes triste. Las vacaciones se terminan; el otoño y el frío se acercan.
Y también es el mes en que miles de personas fueron asesinadas en Nueva York y otras miles en Chile. Y en el que comenzó la segunda guerra mundial.

Finales de agosto, principios de septiembre (1998)
El comienzo del mes de septiembre significa la muerte del protagonista... y el comienzo de nuevas relaciones. Una película francesa desconocida por estos lares, muy atractiva.




Septiembre de Woody Allen (1987)
Es un Woody Allen en estado puro.




Con actrices que te emocionan.



En Cuento de otoño Rohmer nos ofrece otra de sus deliciosas y costumbristas juegos cinematográficos donde se mezcla la sensualidad y los diálogos inteligentes.


También en otoño y en septiembre madura el membrillo. Víctor Erice, uno de nuestros mejores directores, ajeno al sistema, un director que va por libre, hizo El sol del membrillo, todo un documento en el que se combinan temas como el arte, el paso del tiempo, el cine, entre otros, con la colaboración del pintor Antonio López.



También en otoño se suicida el padre de la protagonista de El sur. Es el comienzo de la película. Es el mejor Erice.


Es el tiempo de la nostalgia y para el recuerdo.
El 1 de septiembre de 1939 la Alemania nazi invadió Polonia. Hay dos comedias separadas por un año y en pleno conflicto que tratan el tema con humor. Son comedias con un fondo muy serio. Grandes comedias. Grandes directores. Por un lado, El gran dictador de Charles Chaplin.



El discurso final es un canto a la fraternidad en medio de la locura de la guerra.




Por otro, Ser o no ser de Ernest Lubitsch.
Maravillosa película llena de humor ácido y elegante. Detrás también estaba como guionista otro grande: Billy Wilder. Ya desde el principio el campo de juego es entre la realidad y la ficción teatral.





No hay mejor manera de llegar al fondo de las cosas que reírse de ellas.
Y mucho más si es con talento.



11 de septiembre (2002). Conjunto de cortometrajes que tienen como punto de partida los acontecimientos del 11-S. Como siempre ocurre en este tipo de apuestas, hay de todo y de calidad diversa.
El de Sean Penn es precioso y triste, muy triste.



El de Alejandro González Iñarritu es una experiencia cinematográfica completa. Son diez minutos impresionantes desde la pantalla negra inicial hasta el final que todos conocemos.



El de Claude Lelouch parte de una idea muy buena: se vive el acontecimiento desde el punto de vista de una sordomuda que vive en Manhattan. Mientras el mundo se viene abajo a su alrededor, ella no sabe lo que está ocurriendo. Vemos su fragilidad y su preocupación, porque su chico no llega a casa para ayudarla; no sabe porqué. Lo descubrirá al final.


Y el de Ken Loach nos recuerda que hubo otro 11 S, años antes, en Chile.



Salvador Allende de Patricio Guzmán (2004)
Es el mejor documental sobre el golpe de estado y los acontecimientos que lo precedieron.
No deberíamos olvidar nunca lo que sucedió en Chile en 1973. Nunca.




Hay demasiadas muertes en septiembre. Demasiado dolor.
Tal vez por eso sea un mes tan triste...

viernes, 2 de septiembre de 2011

miércoles, 1 de septiembre de 2010

POESÍA PARA SEPTIEMBRE

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Empezamos septiembre con un bello poema de Bertolt Brecht, quien ya había aparecido en este blog como autor teatral.

Sabemos que con la vuelta no estaréis para muchas gaitas, pero esperamos que os guste. Un beso a todos.


Recuerdo de Marie A.

1
En aquel día de luna azul de septiembre
en silencio bajo un joven ciruelo
estreché a mi pálido amor callado
entre mis brazos como un sueño bendito.
Y por encima de nosotros en el hermoso cielo estival
había una nube, que contemplé mucho tiempo;
era muy blanca y tremendamente alta
y cuando volví a mirar hacia arriba, ya no estaba.

2
Desde aquel día muchas, muchas lunas
se han zambullido en silencio y han pasado.
Los ciruelos habrán sido arrancados
y si me preguntas ¿qué fue de aquel amor?
entonces te contesto: no consigo acordarme,
pero aun así, es cierto, sé a qué te refieres.
Aunque su rostro, de verdad, no lo recuerdo,
ahora sé tan sólo que entonces la besé.

3
Y también el beso lo habría olvidado hace tiempo
de no haber estado allí aquella nube;
a ella sí la recuerdo y siempre la recordaré,
era muy blanca y venía de arriba.
Puede que los ciruelos todavía florezcan
y que aquella mujer tenga ya siete hijos,
pero aquella nube floreció sólo algunos minutos
y cuando miré a lo alto se estaba desvaneciendo en el viento.

Bertolt Brecht
Versión de Jesús Munárriz y Jenaro Talens
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miércoles, 2 de septiembre de 2009

POESÍA PARA SEPTIEMBRE

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Tuvimos ayer un poema dedicado al fin del verano, pero no nos hemos olvidado de nuestro poema de septiembre. Esta vez hemos elegido al poeta Vicente Gallego, y os vamos a contar algo de él.

Vicente Gallego nació en Valencia en 1963. Comenzó a estudiar Letras, pero lo dejó para hacer un poco de todo: portero y bailarín en una discoteca, podador de pinos, repartidor de paquetes, pesador en un vertedero de residuos tóxicos urbanos… Trabajos alimenticios que le han permitido subsistir un poco a su aire, leyendo a sus poetas favoritos (Juan Ramón Jiménez, Cernuda, Blas de Otero, entre otros), escribiendo él mismo poesía, buscando la soledad del campo…

Sus libros de poesías han recibido varios premios (el Rey Juan Carlos I en 1987, el Creación Joven de la Fundación Loewe en 1990, el Premio Internacional de poesía Ciudad de Melilla en 1995 y el Premio Fundación Loewe en 2001, el Premio Nacional de la Crítica Española en 2002) y algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano, francés, portugués, húngaro y búlgaro.

Ahí va su poema:


Septiembre, 2

Es ahora la vida
esta extraña y frecuente sensación
de sopor y distancia,
y es también una luz que vela el mundo:
salir del caserón tras la comida,
recorrer bajo el sol la carretera
con los ojos ardientes de un verano
y sentarme en la roca frente al mar.
Abandonarme entonces
al sonido sin pausa de la tierra
mientras me vence el sueño algún instante
y me moja las sienes su agua bendita.
Descubrir con asombro renovado
al pescador que vuelve cada tarde,
como vuelven las olas,
como vendrá la brisa con la noche
y esperar otra vez sobre la roca,
abrumado en el centro de la vida,
a que la sombra inunde
lentamente mi sombra.

Vicente Gallego



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