El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó de la lista de los transtornos mentales la homosexualidad. La Carta Europea de los Derechos Fundamentales prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual de las personas, y es vinculante. Algunos todavía no se han enterado.
Celebramos este día con un hermoso poema de Luis Cernuda.
Si
el hombre pudiera decir lo que ama,
si
el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como
una nube en la luz;
si
como muros que se derrumban,
para
saludar la verdad erguida en medio,
pudiera
derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad
de
su amor,
la
verdad de sí mismo,
que
no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino
amor o deseo,
yo
sería aquel que imaginaba;
aquel
que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama
ante los hombres la verdad ignorada,
la
verdad de su amor verdadero.
Libertad
no conozco sin la libertad de estar preso
en
alguien
cuyo
nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien
por quien me olvido de esta existencia
mezquina,
por
quien el día y la noche son para mí lo que
quiera,
y
mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como
leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente,
con la libertad del amor,
la
única libertad que me exalta,
la
única libertad por que muero.
Tú
justificas mi existencia:
si
no te conozco, no he vivido;
si
muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.