EL OLIVO ES GRATO A LA PAZ Al celebrar el día de la PAZ no podemos dejar de referirnos a la rama de olivo y su ancestral significado, sobre todo cuando nuestro Instituto se llama precisamente así, El Olivo.
El olivo tuvo un papel importante en el mundo clásico y reflejo de este valor es el número de leyendas en las que el olivo era el protagonista.
Junto al roble era considerado un árbol sagrado ya que el primer olivo, según la mitología, fue el fruto de una disputa entre Atenea y Posidón por la soberanía de la región de Atenas. Ganó la diosa, de ahí que ésta le entregara a la ciudad ese primer olivo que llevaría la paz y prosperidad al pueblo, mientras que lo que ofrecía Posidón fuera considerado peor regalo por los habitantes de Atenas.
Posidón, de un golpe de tridente, había hecho surgir un lago salado en la Acrópolis de Atenas. Atenea había hecho que brotase allí un olivo, que ofreció como símbolo de la paz que deseaba para siempre a todos los ciudadanos. La victoria de la diosa trajo consigo la fundación de una ciudad que, desde ese momento se denominó Atenas.
Pero además de ser sagrado, era para todos un árbol inmortal, con una longevidad asombrosa y un símbolo de regeneración, pues ante la sequía, las inclemencias de tiempo, posibles enfermedades, etc., el olivo podía sufrir o caer en decadencia, pero, como el ave Fénix, renacía de sus cenizas, perpetuándose en un nuevo brote.
Su fruto era muy apreciado, no sólo en su forma original, las olivas (fáciles de conservar, consumibles durante todo el año, ricas en grasas y calorías,…), sino también el jugo dorado que se extraía de ellas, el aceite.
Así pues, todas estas características elevaban al olivo como un árbol que indicaba prosperidad, fecundidad, perpetuidad, es decir, paz y armonía para una sociedad.
Es por esto por lo que la rama de olivo era utilizada por los antiguos griegos como símbolo de paz, en diversas ocasiones. Por ejemplo, al finalizar una batalla, los vencidos entregaban a los vencedores una rama de este árbol como símbolo de tregua, aceptación de la derrota y paz.
Su papel como símbolo de paz y buena voluntad fue también muy visible en Roma cuando los adversarios ofrecían una rama de olivo para comenzar las negociaciones. Podrían ser innumerables las citas referentes al olivo como mensajero de paz. Podemos incluso partir de una cita literaria de Virgilio que refiere cómo Eneas respondió a Palante, hijo del rey Evandro, de sus pacíficas intenciones mostrándole desde la popa de su barco una rama de olivo:
El audaz Palante les impide romper el sacrificio y tomando sus flechas sale raudo al encuentro y de lejos, desde una altura, dice: “Jóvenes,<...>¿Paz nos traéis o armas?” Entonces así dice el padre Eneas desde la alta popa y tiende en su mano la rama de olivo de la paz: “Gente de Troya ves.”
(Virgilio, Eneida VIII 110 ss)
Para finalizar unos versos de las Geórgicas de Virgilio:
Cultiva, pues, ¡oh labrador!, el olivo,
que es grato a la paz”.
MªJesús Prieto