. Bueno, esto sí que es una novedad. Todavía no habían aparecido caricaturas en nuestro blog. Roberto, un alumno de 3º de la ESO que ya nos tiene acostumbrados a sus magníficos grafitos, nos sorprende ahora con sus habilidades como caricaturista. A ver si adivináis quiénes son.
Aquí se acaba la serie de los dibujos de nuestra artista anónima (de momento). Esperamos que os haya gustado tanto como a nosotros. Desde aquí la felicitamos y la animamos a que siga dibujando, que lo hace muy bien.
. Entre los alumnos de El Olivo hay muchos artistas y muy diferentes. Aquí tenéis un dibujo tipo grafito de Roberto, un alumno de 3º de la ESO que de vez en cuando nos regala una de sus obras.
. Tenemos muchos artistas en El Olivo, ya lo sabéis. Una alumna, que quiere manener el anonimato, nos ha prestado estos dibujos. Le gusta dibujar, y tiene mucha sensibilidad para hacerlo. No es la primera vez que aparece en nuestro blog. Merece la pena que los conozcáis.
A lo largo de las próximas semanas irán apareciendo más dibujos de esta alumna. No os los perdáis.
Para adentrarnos en el mundo de la literatura y familiarizarnos con los recursos estilísticos, hemos empezado representado hipérboles en la clase de 2º B. Mirad qué buen trabajo han hecho. ¡Son unos artistas!
La segunda experiencia poética ha consistido en trabajar la hípérbole, la metáfora, la anáfora y el paralelismo a través de dos poemas de Carlos Edmundo de Ory: "Hipérbole del amoroso" y "Descripción de mi esposa". Han hecho dos creaciones colectivas, pero también se han atrevido de forma individual. Hemos elegido la mejor composición.
Ella es mi mermelada de fresa Ella es mi alma de plata Ella es mi plátano de oro Ella es mi tienda de chuches Ella es mi campo de fútbol Ella es mi mañana de verano Ella es mi atardecer de otoño Ella es mi estrellita de mar Ella es mi puerta hacia la alegría
Azzadine Faress
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Ella es mi estrella fugaz Ella es mi postre de mangos Ella es mi santuario de amor Ella es mi ballenita blanca Ella es mi quiosco de besos Ella es mi gominola de frutas Ella es mi sombra en el desierto Ella es mi isla de caracolas
Creación colectiva
HIPÉRBOLE DEL AMOROSO
Te amo tanto que hablo con los ruiseñores. Te amo tanto que respiro bizcochitos. Te amo tanto que sueño caballitos de mar. Te amo tanto que lloro perlas. Te amo tanto que me visto como un caracol. Te amo tanto que me pongo los zapatos al revés. Te amo tanto que me olvido del sol. Te amo tanto que me caigo por las escaleras. Te amo tanto que las puertas no se abren. Te amo tanto que me regalan dinero los pobres. Te amo tanto que mis febreros son largos. Te amo tanto que soy un balón de rugby. Te amo tanto que mi corazón se prende fuego.
. Laura Usero es una alumna de 3º de la ESO a la que le gusta dibujar, y lo hace muy bien. El año pasado ya nos envió algunos dibujos de unicornios y pegasos. Los que nos ha enviado este año son casi todos de lobos, y son tan buenos que os los vamos a mostrar poco a poco, para que los disfrutéis con calma. Ahí van los dos primeros.
. Los alumnos de 1º A, tras leer el cuento de Jorge Bucay Las ranitas en la nata, han hecho unos dibujos preciosos para ilustrarlo. Aquí tenéis algunos de ellos, pero antes os invitamos a que leais este interesante cuento.
LAS RANITAS EN LA NATA
Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata. Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo en voz alta: “No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril.”
Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco. La otra rana, más persistente o quizá más tozuda, se dijo: “¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora”. Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas.
Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.
Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando alegremente.
YA SABÉIS: NUNCA HAY QUE DARSE POR VENCIDO.
JORGE BUCAY es un psiquiatra y escritor argentino que se define a sí mismo como un "ayudador profesional"; y a eso se dedica: a ayudar a los demás con su literatura, sus conferencias y sus libros de autoayuda. Sus cuentos son una hermosa forma de aprender a vivir y a sobrevivir. .