A lo largo de este mes han muerto cuatro profesionales del cine.
No han sido grandes estrellas; -no tuvieron suerte, no eligieron bien, fueron encasillados, sobre todo Sancho Gracia, y se dedicaron más al teatro, los actores españoles- tuvieron sólo algún momento brillante, pero fueron buenos profesionales de un mundo en el que es muy difícil entrar y que exige mucho esfuerzo y sacrificio para mantenerse.
Sancho Gracia nunca fue un gran actor. Curro Jiménez le dio fama y le permitió vivir desahogadamente interpretando un personaje que sabía hacer bien: el de tipo duro, seco y rancio.
Tony Scott fue un buen artesano; es una pena que no fuera un artesano de los años 40. Era un artesano de los 90 y eso le convirtió en el perfecto director para películas de acción, con grandes guiones de Tarantino como el de Amor a quemarropa o no tan buenos.
Aurora Bautista fue en los 40-50 la gran Juana la Loca franquista en Locura de amor; pero, sobre todo, fue la Tía Tula, su mejor papel.
Carlos Larrañaga ha muerto hoy mismo. Hijo y padre de actores; lo llevaba en la sangre. Fue, sobre todo, un actor de teatro. La televisión le hizo más conocido: en los Gozos y las Sombras era el antagonista de Eusebio Poncela y Charo López -quizá el mejor papel de Charo López- y uno de los mejores de Larrañaga
y en Farmacia de Guardia era el ex-marido caradura e infantil de la farmacéutica.
En cine no tiene grandes papeles ni muy numerosos. Sobre todo con Garci, al final, fue uno de sus actores fetiche; pero su mejor papel fue en una película mítica, rara... El extraño viaje de Fernando Fernán Gómez. Borda el papel de pobre diablo e incluso podemos verle travestido... Capta el ambiente de una sociedad hipócrita como la franquista de los 60 con gran talento...
Era un gran actor... Requiescat in pace.
Ser buen profesional es todo un reto: bien lo saben todos los educadores.
y en Farmacia de Guardia era el ex-marido caradura e infantil de la farmacéutica.
En cine no tiene grandes papeles ni muy numerosos. Sobre todo con Garci, al final, fue uno de sus actores fetiche; pero su mejor papel fue en una película mítica, rara... El extraño viaje de Fernando Fernán Gómez. Borda el papel de pobre diablo e incluso podemos verle travestido... Capta el ambiente de una sociedad hipócrita como la franquista de los 60 con gran talento...
Era un gran actor... Requiescat in pace.
Ser buen profesional es todo un reto: bien lo saben todos los educadores.
Y aunque sólo sea un reflejo sutil, una chispa de los mundos que son capaces de despertar en nosotros, merecen todo nuestro respeto.
Y formarán parte de nuestros recuerdos, al menos, hasta que el Alzheimer o la muerte los convierta en humo, brisa o sueño...
Y se quedarán como un brillante reflejo de nosotros mismos.