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domingo, 3 de abril de 2011
NUESTRO TCHAIKOVSKY PARA ABRIL
miércoles, 2 de marzo de 2011
NUESTRO TCHAIKOVSKY PARA MARZO
miércoles, 2 de febrero de 2011
NUESTRO TCHAIKOVSKY PARA FEBRERO
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Ya os dijimos que este año vamos a estar acompañados por la obra Las estaciones de Tchaikovsky, que dedica un movimiento a cada mes. También os dijimos que la obra se compuso para piano, pero que nosotros sólo tenemos una adaptación para orquesta y violín de Peter Breiner (el mismo que dirige a la Queensland Symphony Orchestra que la interpreta). Quizá antes de que acabe el año podamos hacernos con una versión pianística, pero no prometemos nada.
El movimiento de febrero se lo dedica Tchaikovsky al Carnaval, pero nosotros hemos querido ilustrar esta música con imágenes de almendros en flor, porque es en este mes cuando los almendros empiezan a florecer en las zonas más cálidas. Febrero es un mes injustamente maltratado por los poetas (casi no hay poesía que hable de él), pero creemos que es un mes lleno de esperanza. Ya lo apunta el origen de su nombre: februarius, que hace referencia a las Februa, fiestas de purificación de la antigua Roma, de las que queda una huella en la celebración católica de la Candelaria: la luz de las candelas es el fuego purificador, pero también hace referencia a la luz que anuncia el fin del invierno.
En fin, no nos enrollamos más. Hemos hecho un hermoso vídeo lleno de almendros en flor, pero Tchaikovsky, desde el más allá, se ha rebelado y nos ha colado algunas imágenes del Carnaval. Las hemos dejado por no llevarle la contraria.
DISFRUTAD DE FEBRERO
DISFRUTAD DE LA VIDA
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sábado, 13 de noviembre de 2010
BANDA SONORA PARA EL OTOÑO / 8
Cuando los rusos se ponen melancólicos, no hay quien pueda con ellos. Escuchad si no esta preciosa pieza: "Canción de otoño", décimo movimiento de Las estaciones op.37b de Piort Ilich Tchaikovsky (1840-1893). ¡Es magnífica!
(Gracias, de nuevo, a Sergio)
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domingo, 10 de mayo de 2009
MÚSICA Y POESÍA A LO LARGO DE LA HISTORIA/6
Goethe
Muchos de los mejores pensadores del s. XIX consideraron la música y la poesía como las más románticas de las artes, pues como afirmaba Hegel, ambas constituyen la “encarnación de la idea en la materia”, son el “reflejo de lo infinito capturado en una forma finita”. Es lógico, por tanto, que los compositores se fijaran nuevamente en la canción como género independiente y pusieran todo su talento al servicio de los textos escritos por los mejores poetas alemanes de la época: Goethe, Heine, Schiller...
Fraubert
La canción alemana (lied) para voz solista y acompañamiento de piano, fue uno de los géneros predilectos de los compositores del Romanticismo, y si hay un nombre a él ligado, es sin duda el de Franz Schubert, quien en sus escasos treinta y un años de vida, escribió unas seiscientas canciones de este tipo. Una de las más bellas es la titulada Gretchen am spinrade (Margarita en la rueca), cuyo texto es un fragmento del Fausto de Goethe. El motivo principal del acompañamiento de piano simula el continuo girar de la rueca, que sólo cesa en el punto culminante de la canción, cuando Margarita, desesperada, rememora los besos de su amado:
Meine Ruh' ist hin, Mein Herz ist schwer, Ich finde sie nimmer Und nimmermehr. Wo ich ihn nicht hab Ist mir das Grab, Die ganze Welt Ist mir vergällt. Mein armer Kopf Ist mir verrückt, Mein armer Sinn Ist mir zerstückt. Nach ihm nur schau ich Zum Fenster hinaus, Nach ihm nur geh ich Aus dem Haus. Sein hoher Gang, Sein' edle Gestalt, Seine Mundes Lächeln, Seiner Augen Gewalt, Und seiner Rede Zauberfluß, Sein Händedruck, Und ach, sein Kuß! Mein Busen drängt sich Nach ihm hin. Ach dürft ich fassen Und halten ihn, Und küssen ihn, So wie ich wollt, An seinen Küssen Vergehen sollt! | Desapareció mi sosiego y me pesa el corazón, nunca conseguiré hallar la paz. Soy como una muerta si él no está junto a mí. El mundo entero carece de atractivo. Enajenada tengo mi pobre cabeza, y todos mis sentidos deliran incoherentes. Si miro por la ventana, sólo a él mis ojos buscan. Únicamente por encontrarlo salgo fuera de casa. Su caminar altivo, su noble figura, la sonrisa de su boca y el fuego de su mirada. El fluir encantador de sus palabras, la caricia de sus manos, ¡Oh! ¡Y sus besos ardientes! Mi pecho hacia él se enarca en poderoso impulso. ¡Si pudiera cogerlo, retenerlo junto a mí, y besarlo, hasta saciar mis ansias, hasta quedarme muerta bajo sus labios! |
Esta audición está interpretada por la maravillosa cantante Kiri Te Kanawa. Mientras escuchas la pieza, puedes ir siguiendo la partitura y apreciar cómo el ostinato de la mano derecha del piano, que simula el girar de la rueca, no cesa salvo en el momento del clímax.
Y para finalizar, La muerte y la doncella, otro de los lieder más célebres de Schubert. ¿Se puede ser más romántico?
Inés Carreras
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