Tenía también, gracias al dios Apolo, el don del conocimiento de sustancias medicinales que permitían la curación de heridas mortales. Por eso se ofreció a él para sanarlo si alguna vez le herían.
Todo se cumplió, como había vaticinado, pero la ninfa, despechada por haber sido abandonada por él, le negó su auxilio y murió.
El príncipe había sido herido de muerte en la guerra por una flecha envenenada lanzada por aquel griego depositario del arco y las flechas de Heracles, que había estado diez años apartado en la isla de Lemnos por lo insoportable que resultaba el hedor que despedía una llaga supurante que tenía.
La Esfinge quiere saber:
1ª- ¿Quién fue esa ninfa enamorada y abandonada?
2ª- ¿Quién fue el príncipe que no siguió sus consejos y finalmente murió de un flechazo envenenado en la ingle?
3ª- ¿Qué griego lanzó la flecha que llevó a la muerte al príncipe?
Tenéis hasta el 14 de Diciembre para averiguarlo.
¡¡ÁNIMO, CHICOS!!
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