Hoy como cada año, celebramos el Día Mundial de la Alimentación. Dicho día pone de manifiesto la preocupación global por la falta de alimento de aquellas personas con acceso deficiente a la misma y aquellas poblaciones del Tercer Mundo que no tienen los recursos necesarios.
El tema de este año es Unidos contra el hambre y fue escogido con el fin de reconocer los esfuerzos realizados en la lucha contra el hambre en el mundo a nivel nacional, regional e internacional. La unión contra el hambre se vuelve una realidad cuando el Estado y las organizaciones de la sociedad civil trabajan en asociación con el sector privado a todos los niveles para erradicar el hambre, la pobreza extrema y la malnutrición.
En 2009, se alcanzó el umbral crítico de mil millones de personas hambrientas en el mundo, en parte debido a la subida de los precios de los alimentos y a la crisis financiera un “trágico logro en estos tiempos modernos”. En vísperas de la celebración de la Cumbre sobre el hambre, en este Día Mundial de la Alimentación de 2010, en el que nunca ha habido más hambrientos en el mundo, reflexionemos sobre el futuro. Con voluntad, valor y perseverancia (y numerosos participantes trabajando juntos y ayudándose entre sí) se podrán producir más alimentos, de manera más sostenible, y se llenarán los estómagos de aquellos que más lo necesitan.
Por tanto hagamos que este día no pase en vano, sino que cause un efecto sobre nosotros, pensando en lo afortunados que somos al llevarnos cada día un trozo de pan a la boca. Ya que tenemos suerte de vivir en el hemisferio norte, teniendo cinco comidas al día y las necesidades básicas a nuestra disposición. Pero también recordemos que no todos los que vivimos en estos países estamos bien nutridos, casos como la pobreza, la bulimia o la anorexia siguen siendo noticias que están presentes en la actualidad.
Pepe Gómez
El tema de este año es Unidos contra el hambre y fue escogido con el fin de reconocer los esfuerzos realizados en la lucha contra el hambre en el mundo a nivel nacional, regional e internacional. La unión contra el hambre se vuelve una realidad cuando el Estado y las organizaciones de la sociedad civil trabajan en asociación con el sector privado a todos los niveles para erradicar el hambre, la pobreza extrema y la malnutrición.
En 2009, se alcanzó el umbral crítico de mil millones de personas hambrientas en el mundo, en parte debido a la subida de los precios de los alimentos y a la crisis financiera un “trágico logro en estos tiempos modernos”. En vísperas de la celebración de la Cumbre sobre el hambre, en este Día Mundial de la Alimentación de 2010, en el que nunca ha habido más hambrientos en el mundo, reflexionemos sobre el futuro. Con voluntad, valor y perseverancia (y numerosos participantes trabajando juntos y ayudándose entre sí) se podrán producir más alimentos, de manera más sostenible, y se llenarán los estómagos de aquellos que más lo necesitan.
Por tanto hagamos que este día no pase en vano, sino que cause un efecto sobre nosotros, pensando en lo afortunados que somos al llevarnos cada día un trozo de pan a la boca. Ya que tenemos suerte de vivir en el hemisferio norte, teniendo cinco comidas al día y las necesidades básicas a nuestra disposición. Pero también recordemos que no todos los que vivimos en estos países estamos bien nutridos, casos como la pobreza, la bulimia o la anorexia siguen siendo noticias que están presentes en la actualidad.
Pepe Gómez
No hay comentarios:
Publicar un comentario