DÍA MUNDIAL DEL ALZHÉIMER
Yo sé por experiencia que esta enfermedad es dura tanto para el enfermo, como para su familia. Mi abuelo la tuvo, se la detectaron nueve años antes de morir, en dos años se le empezaron a olvidar algunas cosas, algunos nombres. Después, los tres siguientes años pareció que la enfermedad no seguía con su cometido, pero sólo era una pausa para después llegar a su plenitud destructiva. Ya de ahí para delante, fue una continua desolación emocional ver cómo un ser querido se va apagando de esa manera, día a día. Primero deja de recordar tu nombre, después el de su mujer que le ha acompañado todos esos años ahora olvidados, después olvida cómo se mastica la comida, cómo se va al baño. Y ya, en los últimos días de una vida olvidada, sentado todo el día viendo cómo una enfermedad mata, poco a poco, hasta que te llega la noticia, de que, tu querido abuelo ha fallecido, ese abuelo con el que tantos juegos y bromas compartimos en un tiempo donde la memoria le permitía hablar o recordar su propio nombre.
Ahora sólo me queda de él una cosa que a él le destruyó la enfermedad: su recuerdo...
MARCOS LLORENA ahora sí de 1º de Bachillerato
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1 comentario:
Un gran artículo Marcos
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