EL CASTILLO ENCANTADO
Iba yo, Don Luis de Castilla, montado en mi caballo al galope, cuando pasé por una bella ciudad de nombre Encantada y me paré a preguntar:
-Buenos días bella dama ¿me podría decir por qué se llama esta ciudad encantada?-le pregunté.
-Sí, caballero, se llama así por el castillo que hay cerca que está encantado.
-Muchas gracias señorita-y nos despedimos.
-Buenos días bella dama ¿me podría decir por qué se llama esta ciudad encantada?-le pregunté.
-Sí, caballero, se llama así por el castillo que hay cerca que está encantado.
-Muchas gracias señorita-y nos despedimos.
Me fui a trote con mi caballo hacia ese tal castillo encantado.
Cuando llegué me quedé perplejo:¡era el castillo más hermoso que había visto nunca! Aunque estaba un poco descuidado. El castillo tenía varias torres y un inmenso patio. Me acerqué hasta donde estaban unos guardias:
-Perdone caballero, no puede entrar aquí-me dijeron.
-¿Por qué?
-Es por su seguridad, este castillo está encantado, se oyen dentro ruidos y golpes.
-Yo entraré-les dije.
Me dejaron pasar. Subí por unas escaleras que daban a una de las torres. Un rato después descubrí de donde venía el ruido, procedía de la ventana de una de las torres de las que daba al otro lado, que estaba abierta.
Salí de allí y se lo conté todo a los guardias. Ellos, sorprendidos, me dieron la dirección donde se alojaba la princesa de ese castillo construido en el siglo X, con el fin de usarse como muralla y alojamiento para defenderse de los pueblos invasores.
Cuando llegué a la dirección indicada, me encontré cerca de allí a la bella dama que me había encontrado antes.
Hablamos y me dijo que había una historia que decía: el caballero que se atreviese a entrar al castillo y averiguar de donde procedía el ruido, se casaría con ella. Me quedé sorprendido con la historia, pero acepté a casarme con ella con mucho gusto y con la bendición de sus padres.
Un mes después, ya habíamos preparado la boda y nos casamos.
Desde entonces soy el príncipe Don Luis de Castilla.
Hablamos y me dijo que había una historia que decía: el caballero que se atreviese a entrar al castillo y averiguar de donde procedía el ruido, se casaría con ella. Me quedé sorprendido con la historia, pero acepté a casarme con ella con mucho gusto y con la bendición de sus padres.
Un mes después, ya habíamos preparado la boda y nos casamos.
Desde entonces soy el príncipe Don Luis de Castilla.
TAMARA VARGAS 3ºB
No hay comentarios:
Publicar un comentario