Hay una preciosa visita que, como todos los años, hace el Departamento de Clásicas con los de Humanidades de 2º de Bachillerato y, si puede, también con los de Latín de 4º, y es la del Museo del Prado con el fin de ver las pinturas de tema mitológico.
Aquí os pongo como ejemplo dos obras de Rubens, que siempre vemos, y, además, la historia mitológica que las rodea.
Si podéis, aprovechad este verano para ver este espectacular museo y disfrutar de sus valiosas obras en un ambiente fresquito.
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Una de las imágenes más populares de Rubens es la creación de la Vía Láctea en la que, además, se narra un pasaje de la historia de Hércules (Heracles), inspirado en las Metamorfosis de Ovidio.
Júpiter (Zeus), su padre, aprovechaba que su esposa Juno (Hera) dormía para amamantar al hijo que había tenido con la mortal Alcmena y así conseguir para él la inmortalidad. Al despertarse un día, Juno contempló sorprendida al pequeño y lo retiró bruscamente, produciéndose el derramamiento de la divina leche en la bóveda celeste, provocando el origen de la Vía Láctea según la mitología clásica pues ese nombre, en latín, significa camino de leche.
En este óleo que se encuentra en el Museo del Prado, podemos contemplar el gesto de sorpresa de la diosa al encontrarse con el pequeño en su pecho y tras ella aparece un carro tirado por pavos reales, su animal favorito, mientras Júpiter contempla la escena portando sus símbolos, el águila y el rayo.
DIANA Y CALISTO de Rubens
La diosa Diana (Ártemis) tenía como ninfa favorita a Calisto. Júpiter se enamoró de ella y consiguió convencerla para que mantuvieran relaciones sexuales, quedando ésta embarazada. Calisto, temerosa de la reacción de la diosa Diana, ocultó su embarazo hasta el día que las demás ninfas decidieron bañarse desnudas en una fuente. Ante la negativa de Calisto a quitarse la ropa, Diana ordenó a las demás ninfas que la desnudaran, descubriéndose el embarazo. Este momento de tensión es el que el pintor recoge en el cuadro.
Diana expulsará a Calisto de su corte junto con la hija tenida con Júpiter, siendo ambas convertidas en osas por la celosa Juno, la esposa de Júpiter.
Después serán la Osa Mayor y la Osa Menor, al decidir Júpiter “arreglar” el desaguisado que le había provocado a la pobre Calisto, convirtiéndolas en estrellas.
Mª Jesús Prieto
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