En el año 79 d.C. entró en erupción el volcán Vesubio y sepultó bajo sus cenizas muchas ciudades, aunque la más conocida por todos haya sido siempre Pompeya.
Como aquella catástrofe ocurrió de una manera inesperada, la ciudad quedó como si el tiempo se hubiera detenido para ella.
Por ese motivo, si la visitamos en la actualidad, todavía podemos encontrar muchas de las casas, tabernas o tiendas prácticamente intactas, los hornos de las panaderías con sus panes esperando ser cocidos, los grafitti de las paredes de las calles como recién escritos...
Además, uno se da cuenta de los adelantos que tenían y del nivel económico y social del que gozaban.
Así, tenían pavimento impermeabilizado, agua caliente, cloacas y muchas otras obras de infraestructura que no tenemos hoy en día en algunos lugares de nuestro país. ¡Y ellos ya los tenían en el Siglo VI antes de Cristo!
Lo que impresiona muchísimo es ver el vaciado que se ha hecho de gente que quedó petrificada comiendo un sandwich, o una mujer dando de mamar a su hijo, o, como el de esta foto, un jóven rezando.
En otra ciudad, en Herculano, se descubrió muchísimos años después de la erupción la Villa de los Papiros, propiedad del suegro de César y cuyo nombre se debe a la cantidad de papiros que allí se encontraron carbonizados.
Parece ciencia ficción, pero tal vez no esté muy lejano el día en que puedan ser leídos esos rollos de papiro de Herculano que guardan sus secretos desde el año 79 d.C. pues un equipo científico de la Universidad de Kentucky espera, mediante el uso de una moderna tecnología digital, acceder al interior de dos frágiles rollos – sin abrirlos físicamente – y descifrar los secretos que han ocultado durante casi 2.000 años.
La ciudad de Stabies (hoy llamada Castellamare di Stabia)fue otra de las que quedó sepultada.
Plinio el Viejo, que se encontraba entonces en Miseno, queriendo observar el fenómeno más de cerca y deseando socorrer a algunos de sus amigos que se encontraban en dificultades sobre las playas de la bahía de Nápoles, atravesó con sus galeras la bahía pero murió, probablemente asfixiado, a la edad de 56 años.
Su sobrino, Plinio el Joven, dió a conocer la tragedia en sus cartas a otros escritores.
Por tanto, las respuestas a las preguntas que hacía la Esfinge son:
1ª- Las tres ciudades sepultadas son Pompeya, Herculano y Stabies.
2ª- El terrible suceso fue la erupción del volcan Vesubio.
3ª- Quien murió por su afán científico fue Plinio el Viejo.
Y el ganador ha sido... el incansable, el infatigable, el laborioso y tenaz...
Juanjo- 2º Bachillerato (además de las "sempiternas" Isabel y Lola, claro)
1 comentario:
¡Bravo Juanjo!
Enhorabuena a ti y a la gran Mª Jesús, por esos maravillosos enigmas que tan hábilmente nos propone y que hacen que rescatemos nuestra casi olvidada culturilla.
Publicar un comentario