sábado, 31 de octubre de 2009

NUESTROS ESCRITORES

LEYENDAS PARA LA NOCHE DE TODOS LOS SANTOS

Os continuamos presentando las leyendas que han redactado nuestros alumnos. Pero tened cuidado, hoy es la noche de Todos los Santos y como dijo Bécquer "una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda". No nos hacemos responsables si esta noche no podéis dormir o al igual que le pasó al autor al escribirla, que volvía "la cabeza con miedo, cuando sentía crujir los cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío de la noche".

Aprovechamos la ocasión para recomendar la lectura de sus Leyendas y también una nueva versión que publicó en el 2007 la editorial 451 Editores, en la que el espíritu de Bécquer sale de la tumba a pasear encarnado en ocho escritores de hoy con el terror de sus leyendas bajo el brazo. Colaboran autores como Elia Barceló, Juan Bonilla y nuestros queridos Lorenzo Silva y Fernando Marías, con los que tenemos una vinculación especial pues han venido en estos dos últimos cursos a nuestro centro para disfrutar de un encuentro con sus jóvenes lectores. Lorenzo explica el motivo de esta edición:
«Bécquer perdura porque su lenguaje es exquisito, su capacidad de sugerir y suscitar emociones, inmensa, y su intuición del misterio, el dolor y el mal, extraordinaria. Otra razón para hacer este libro: mostrar a los lectores de hoy que el artefacto preparado por un hombre del siglo XIX puede conmoverlos. Creemos que los relatos aquí reunidos conservan el espíritu de los originales y a la vez los trascienden, prolongando ese diálogo apasionado entre generaciones que es la literatura y que otros, es seguro, continuarán».

Nuestros alumnos de 4º están ahora en este "diálogo apasionado entre generaciones" al acercarse a la literatura del Romanticismo y estamos pudiendo comprobar como, a pesar de ser chavales del siglo XXI, se estremecen, se emocionan por los mismos motivos que aquellos primeros lectores de Bécquer.




En Soria, en el monte de las Ánimas, cerca de las nieves del Moncayo, existe un lugar poblado de lobos y culebras. Está sembrado de cadáveres de una sangrienta batalla. Se cuenta que durante la noche de Todos los Santos, a medianoche las ánimas en pena, tañerán las campanas de la capilla del monte y comenzarán a vagar errantes para repetir la antigua lucha de aquella batalla.

Alonso, un joven valiente y hábil cazador, está perdidamente enamorado de su prima. Beatriz, la amada de Alonso es una bella chica, que está a punto de marcharse después de pasar un tiempo de vacaciones por Castilla. Ella, caprichosa y malintencionada, le reta a que le demuestre su amor esa misma noche.

La chica le dice:
- Si me demuestras esta noche que en verdad me amas, me quedaré en Castilla contigo para siempre, si por el contrario no lo haces me iré y no me volverás a ver más-
El chico al oír estás palabras se quedó pensando y pensando, él le quería demostrar que la quería pero había un inconveniente y es que le daba mucha vergüenza, así que Beatriz le dijo:
- Vale, pero te lo voy a complicar un poquito más y para saber que en realidad me amas quedaremos en el cementerio, al lado del Monte de las Ánimas.-

El chico al oír estas palabras se quedó petrificado porque él había oído decir que en una noche como esa tan especial vagaban las ánimas, espíritus que necesitaban un cuerpo para volver a vivir. El chico le dijo:
- ¿Pero tú Beatriz no has oído las historias que cuentan sobre ese monte?

La chica riéndose exclamó
- Ja,ja ¿y te crees eso Alonso? Todo es mentira, para que nadie esa noche vaya por allí. Así que nos vemos a las 9 en el monte.

El chico tembloroso aceptó.

Llegó la hora y Alonso estaba llegando poco a poco al monte, cuando de repente oye un ruido y se queda parado mirando hacia todos los lados. Con mucho miedo Alonso aligera el paso para llegar antes. Cuando está allí ve que no hay nadie y eran las 9 en punto. Pensó el chico que como se temía, Beatriz le había gastado una broma. Pero de repente oye unos pasos detrás de su espalda, se da la vuelta y exclamó:
- ¡Oh, Beatriz qué susto me has pegado! Creía que era..."
Y dice Beatriz:
- ¿Qué creías, que era un fantasma? Ja,ja, ay... Alonso estás como una cabra.

El chico echó una sonrisa forzada, por darle la razón y le dijo:
- Bueno, demos una vuelta.
Y ella aceptó. Estaban paseando cuando de repente mira a su lado y ve que Beatriz no está.
- Beatriz, por favor, no gastes este tipo de bromas que no hacen gracia. Sal de donde estés por favor.
Vuelve a gritar diciendo
- ¡¡ Beatriz!!
Se estaba empezando a asustar y camina muy rápido hacia su casa. En ese momento oye pasos y voces que le dicen
- Alonsooo, te tengo que decir una cosa.

Y él contesta
- ¿Bea, eres tú?
- Sí, sí. Alonso, espero que cuando veas algo, no te vayas corriendo.
Con voz entrecortada, casi en un susurro Alonso dice
- Vaa...lee…

Beatriz de repente sale de detrás de un árbol y exclama
- ¡Esta es mi verdadera identidad!

Él al verla se queda petrificado y sin palabras.
- Si eres una espectro.
La chica, cabizbaja, asegura:
- Sí, por eso nunca he querido quedar contigo, porque tarde o temprano te tendría que decir lo que era.

Él se quedó muy sorprendido.

- Éste es el reto- dice la chica - si me amas de verdad tendrás que convertirte en un espectro como yo. De lo contrario, aléjate de mi, vete donde vuelva a verte.

Él, muy decidido le dice

- Lo tengo todo claro, Beatriz, por ti daría hasta mi vida, porque te amo con locura y nunca me separaría de ti.
- ¿De verdad harías eso por mí?- pregunta sorprendida.
- Sí, mi amor.
Beatriz se acerca a él y con tan sólo un beso lo convirtió en fantasma.

- Ahora siempre estaremos juntos para la eternidad. Ni nada ni nadie nos separará.

ANA ISABEL ÁLVAREZ 4ºB




Alonso, un joven noble castellano, está enamorado de su prima Beatriz que está a punto de partir de viaje. Ella, caprichosa y malintencionada le hace una aventurada propuesta en la Noche de Todos los Santos, noche en la que se repite en le Monte de las Ánimas la batalla que la bañó de cadáveres.

Él, sin creerse lo que decía Beatriz, dijo:

-¿Quieres que vaya a qué?
-Quiero que me traigas una cabeza de lobo, dos de culebra y, si te crees capaz, algo que demuestre que has estado en aquella sangrienta batalla. ¿De acuerdo?
-De un lobo y de dos culebras es fácil, pero, ¿qué te puedo traer de esa batalla?
-Pues, por ejemplo, una cabeza – dijo Beatriz mientras se reía-.
-Estás loca…
-No. Entonces qué, ¿aceptas el reto, Alonso?
-Por supuesto, soy un hábil cazador y será fácil traerte lo que has pedido.

Ya llegada la noche, Alonso prepara un arco con varias flechas, un cuchillo y se dispone a ir al Monte de las Ánimas. Alonso iba entrando al monte sigilosamente para poder cazar un lobo, pero a su alrededor se movía algo…Alonso gira la cabeza y ve a dos culebras que se le acercaban, saca el cuchillo y corta sus cabezas. Alonso las coge y las guarda en una bolsa. El cazador espera a que un lobo haga presencia para poder cazarle. A unos diez metros, un lobo andaba perdido entre las hierbas, Alonso lo ve y lanza varias flechas al cuerpo del lobo. Mientras Alonso corta la cabeza, las campanas de la capilla empiezan a sonar. El cazador se guarda la cabeza del lobo y se esconde entre la hierba. De repente, ánimas en pena salen del suelo y de la capilla. Alonso se queda boquiabierto al verlo. Las ánimas se juntan en un círculo y repiten la batalla. Al ver eso, Alonso anda sigilosamente hacia la capilla para poder coger algo que demuestre que ha estado allí. Pero, al entrar en la capilla, se encuentra a Beatriz, su amada, que está sentada en una silla.

-Hola, Alonso…
- ¿Qué haces aquí, en un sitio tan peligroso?
-Ver si de verdad podías venir aquí. Veo que tienes las cabezas – dijo Beatriz señalando la bolsa-.
-Sí, aquí están.
-Vale, bien hecho… Ahora quiero que me traigas una cabeza de aquellas ánimas.
-¿Qué? No, eso sí que no.
-¿No? Te mataré si no lo haces.
- ¡Qué dices! Irás a la cárcel y no saldrás de allí.
- No creo…Más que nada porque estoy muerta.
- Estás loca, Beatriz, no sabes lo que dices.
- Sí sé lo que digo… Abre ese armario.

Alonso gira la cabeza y ve el armario. Se acerca con cautela, coge el cuchillo y abre la puerta.

- ¡¡¿¿Pero qué es esto??!!

En el armario estaba Beatriz, degollada. Alonso cae al suelo del susto.

- Sorprendido, ¿verdad? Ahora soy una más de ellos…
- ¿Qué está pasando?
- Nada…sólo que vas a morir.

El ánima de Beatriz coge el cuchillo de Alonso que se le había caído y le apuñala. El fantasma coge el cuerpo, sale de la capilla y le entierra. Suenan las campanas y las ánimas vuelven a sus tumbas.


Ese día, aquella batalla tan sangrienta no fue más importante que la inesperada muerte de Beatriz, que no se sabe quién la mató, ni tampoco nunca se supo qué ocurrió con Alonso pues su cuerpo apareció enterrado con varias marcas de dentelladas.

IVÁN FLORES 4º B

Ilustración realizada por el propio Marlon, autor de la leyenda.


Había un chico llamado Alonso que vivía en Soria, cerca de las nieves del Moncayo. A el le gustaba su prima Beatriz y a su prima le gustaba él pero éste no lo sabía, y la chica se quería divertir un poco. Faltaban pocos días para la noche de Todos los Santos y según cuenta una leyenda en ese día a las doce de la noche salen las ánimas a rondar por allí. La chica le dijo a Alonso que si quería darle un beso antes de que ella se marchara a su ciudad, él tenía que ir allí a las doce. El aceptó pero con una condición, que ella también fuera.
Estando los dos ahí muertos de miedo porque solo faltaban cinco minutos para las doce, empezaron a cantar para distraerse, cuando de repente empezaron a sonar las campanas que daban las doce. Ellos se abrazaron y siguieron cantando, pero poco a poco se iban uniendo más y más voces. Empezaron a correr, en un momento miraron atrás y vieron como las ánimas les seguían, se asustaron mucho y estaban más preocupados por insultar a las ánimas para que se alejaran antes que de ver el camino. De pronto tropezaron, cayeron en un agujero de más de diez metros y murieron en el acto.
De repente se empezaron a levantar y a mirarse el uno al otro y gritaron: - ¡Estamos vivos!
En ese momento echan la mirada al suelo y ven sus cuerpos ahí tirados. Desde entonces pasaron a ser otras dos ánimas más que vagan sin rumbo, pero eso sí, unidos para siempre.

MARLON STEEVEN CRESPÍN 4º B



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