viernes, 30 de octubre de 2009

NUESTROS ESCRITORES

LEYENDAS PARA LA NOCHE DE TODOS LOS SANTOS

La primera lectura que están haciendo los alumnos de 4º de la ESO son las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Antes de leer "El Monte de las Ánimas", realizamos una actividad de creación como forma de motivar la lectura. Se explicó a los alumnos los elementos fundamentales de la narración (el espacio en que se desarrolla, la época, las características básicas de los dos protagonistas y el punto de partida de la trama). A partir de ahí, cada uno tenía que inventarse su propia leyenda dando rienda suelta a su imaginación. Entre hoy y mañana, justo las fechas en que ambientó Bécquer su historia, vamos a leer algunas de ellas, no todas, ya que por desgracia no tenemos espacio aquí para publicarlas. Además hemos tenido la suerte de contar con la colaboración de JESÚS SERRANO, otro de los artistas de esta clase, que ha ilustrado las leyendas de sus compañeros y que ha sabido reflejar en sus dibujos la esencia de las historias.
Por cierto, chicos y demás blogueros, ¿adivináis qué lugar es el de la fotografía?



Una fría mañana de octubre Alonso y Beatriz estaban sentados en la valla del establo.

- Mañana parto de Castilla. Y todavía no me has demostrado tu amor hacia mí- dijo Beatriz molesta.
- Te lo demostraré esta misma noche. Sólo dime lo que quieres que haga por ti.
- Quiero que pasemos toda la noche en el Monte de las Ánimas, pues me han contado muchas leyendas sobre ese lugar. Y quiero descubrir si son ciertas.
- Eso haremos, mi amada Beatriz- dijo Alonso entusiasmado.


Esa misma noche, noche de Todos los Santos, Beatriz y Alonso partieron del pueblo hacia el Monte de las Ánimas. Durante el camino se encontraron rastros de sangre, cadáveres, serpientes, lobos...A medida que fueron subiendo hacia la cima Beatriz sentía más miedo.

- ¿Por qué no regresamos? Creo que no ha sido buena idea venir aquí. Hace mucho frío y está empezando a llover- dijo Beatriz asustada.
- De eso nada, quiero demostrarte que mi amor es verdadero. Aunque me cueste la vida.
- No digas tonterías Alonso, vámonos de aquí.

De repente sonaron las campanas de la capilla del monte, señal que marca las doce de la noche. Beatriz y Alonso se quedaron aterrorizados, puesto que esa capilla estaba en ruinas y esas campanas no habían sonado jamás. Entonces Alonso cogió a Beatriz en brazos y huyeron colina abajo. Pero ya era demasiado tarde. Alguien o algo les obstaculizó el camino. Quisieron ir marcha atrás, pero se dieron cuenta de que estaban rodeados por cientos de espectros. Beatriz quiso gritar, pero no lo consiguió. Entonces Alonso la dejó en el suelo, detrás de él, y envainó su espada.

- ¡Ilusos mortales! ¿De verdad pensáis que nos vais a derrotar con una simple espada? ¡Estamos muertos!- resonó una tenebrosa voz dentro de las cabezas de Alonso y Beatriz.

- ¿Quiénes sois? ¿Qué queréis?- dijo Alonso, valiente.
- Siempre las mismas preguntas... Somos ánimas en pena, lo único que tenemos es sed de venganza.

Al terminar de decir esto los espectros se abalanzaron contra Alonso y Beatriz. Alonso intentó luchar, pero su espada no les hizo ningún daño. De repente se dieron cuenta de que un agujero negro, negro y muy amplio se los estaba tragando. Intentaron salir de él, pero no lo consiguieron. Todas las ánimas se empezaron a reír con carcajadas tenebrosas.

- Nunca volveréis a ver la luz del día- dijo una de ellas. Alonso se dio cuenta de que tenían razón, y de que estaba todo perdido.
- ¿Si dejo que esta cosa me trague, liberaréis a Beatriz?- dijo Alonso, esperanzado.
- Las ánimas no negociamos.
- Alonso, siento mucho todo lo que te he hecho. Nunca debería haberte obligado a venir aquí, yo sé que me amas. He sido una caprichosa- dijo Beatriz entre lágrimas.
- Beatriz, te quiero.
- Yo también te quiero.
Cuando terminaron de decir estas palabras todo se volvió negro, oscuro y siniestro. A la mañana siguiente todo el pueblo empezó a buscar a los dos jóvenes enamorados. Pero no encontraron nada. Así pasaron los días, las noches, sin saber nada de Alonso y Beatriz. Nunca se supo lo que les pasó esa noche. Y nunca jamás volvieron a sonar las campanas de la capilla.

RAQUEL DEL SAZ 4ºC

Hace mucho tiempo en el Monte de las Ánimas, contaba una vieja leyenda que quien encontrara “la seta de oro” podría pedir un deseo y que se haría realidad. Esta seta se hallaba en ese monte, territorio que se encontraba en Castilla.
En el palacio, que estaba al lado del Monte de las Ánimas, vivía un joven caballero llamado Alonso, que estaba locamente enamorado de su prima Beatriz. Ella se iba al día siguiente y él fue a confesarle su amor.
Ella, al escuchar tal declaración, se quedó sorprendida, pero de forma maliciosa le dijo a Alonso:
-Demuéstrame tu amor pasando la noche en el Monte de las Ánimas.
Pero todavía tenía que pedirle otra cosa más...
Alonso, para demostrarle su amor, aceptó sin dudarlo, pensando que así su prima caería en sus brazos.
Sin embargo su prima le dijo una cosa antes de partir:
-Me tienes que traer la seta de oro, que dicen que aquel que se la coma, el deseo que pida se hará realidad.
Y él como un estúpido aceptó. Empezó a adentrarse en el bosque hasta que la oscuridad más tenebrosa le hizo desaparecer ante los ojos de su prima.
Como toda persona Alonso tenía miedo, sabía que tenía solo esa noche para encontrar la seta, pero, ¿por donde empezaría?
Alonso caminaba sin sentido, pasando por encima de cadáveres, que la mayoría de ellos se hallaban en descomposición, debido a la batalla que se había librado tiempo atrás. Pero, a lo lejos divisó una luz tenue que parecía venir de una casa. Alonso caminó hacia ella, hasta que vio a un enano al lado de una hoguera, que nada más verle le dijo:

-¿Tú crees que merece la pena hacer esto por una chica que no te quiere?-preguntó.
-¿Cómo sabes tú que yo he venido hasta aquí por una chica?-le respondió Alonso.
El enano se quedó pensativo durante un buen rato, pero miró a Alonso a los ojos y le respondió:
-Yo soy el guardián de la seta de oro y sé que has venido aquí porque te lo ha pedido tu prima.
-Señor enano, usted no sabe cómo me siento al verla todos los días, no poder besarla, y no escuchar un “te quiero” de sus labios, y si consiguiendo una seta o dos o tres hago que me quiera un poco, todo lo demás no importa -le contestó Alonso al enano-
-Alonso piensa un poco, ¿tú crees que ella te va a querer solo por encontrar una seta de oro? Ella te está utilizando solamente para conseguir lo que desea- le respondió el enano.

Alonso se quedó pensativo y su rostro cambió, ya que reflejaba una gran tristeza y le preguntó al enano:
-¿Dónde está la seta?
Y el enano respondió:
-En el hueco de ese árbol, que está a tu espalda.
Alonso se dirigió al árbol, cogió la seta y se la comió. Se despidió del enano y tomó el camino de regreso al castillo.

Alonso llegó hasta donde estaba su prima y ella al verle le preguntó:
-¿Y la seta?¿Dónde está la maldita seta?
Alonso le respondió:
-No había ninguna seta.
-¿Cómo que no? Alonso si no encuentras la seta, no te voy a querer nunca, ya que eres un inútil.
Alonso la miró fijamente a los ojos y con un tono de tristeza le contestó:
-Adiós - y se marchó.
Pero por otra parte Alonso estaba feliz, porque sabía que había utilizado de buena manera la seta, ya que el deseo que había pedido era desenamorarse de su prima y no volver a sentir nunca nada más por ella.

JESÚS MOTA 4ºC

La noche del 31 de octubre, noche de Todos los Santos, Alonso se va al Monte de las Ánimas a pensar en su amada Beatriz, su prima que está de vacaciones en Castilla. Detrás de un gran árbol, Alonso ve a la chica que le está mirando fijamente. Él, con un tono de ilusión en su mirada, va hacia ella.

-¡Hola! ¿Qué haces aquí en la oscuridad de la noche?-dijo entusiasmado.
-Estaba esperándote, quiero proponerte algo.
-Házmelo saber
-Si de verdad me amas, demuéstramelo esta noche.
Alonso se quedó dudoso un rato, y después aceptó el reto.
-¿Cómo te lo demuestro?
-Caza al animal más grande que encuentres.
Cuando Alonso parpadeó, Beatriz ya se había ido.


Alonso caminó por el monte durante horas entre los cadáveres de una sangrienta batalla, vio culebras, cuantiosas arañas; pero no le parecieron lo suficientemente grandes como para cazarlas.
Entonces lo vio: en la oscuridad, al lado de un enorme árbol, había un lobo. Alonso cogió su pistola y disparó hacia el lobo, que cayó desplomado al suelo. Pero vio que el lobo cambiaba de forma ¡el lobo era su amada Beatriz! Cuando Alonso descubrió que había matado a Beatriz, se apuntó con su pistola en el corazón y se disparó.

A los dos días, sus familiares encontraron los cadáveres, pero dicen que si pasas el 1 de noviembre a las doce de la noche, podrás ver los dos cadáveres de Alonso y Beatriz juntos para todas las noches de Todos los Santos.

TAMARA VARGAS
4º C

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Unos textos mu chulos y superbien ilustrados

Anónimo dijo...

Hasta a Bécquer le gustarían vuestras historias.¡Bravo, muchachos!

Ataulfito dijo...

Esto està a la altura de unos grandes artistas del futuro.

Pepe Gómez dijo...

Bravísimoooooo los mejores cuentos que he leído hasta la fecha¡¡¡¡¡ =D