martes, 2 de marzo de 2010

Asistimos a dos obras de teatro grecolatino

El martes día 2 asistimos a dos estupendas representaciones teatrales en el Paraninfo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Univ. Complutense de Madrid.
Allí coincidimos con un montón de chicas y chicos de Humanidades de otros institutos que habían ido también con sus profesores de Latín para disfrutar del teatro clásico.
El grupo de alumnos nuestro era el de 2º de Bachillerato y fuimos para ver una tragedia de Eurípides y una comedia de Plauto tras haber estudiado en clase el teatro griego y latino.



En primer lugar vimos la tragedia Orestes de Eurípides.

Eurípides nació entre el 484 y el 480 a. C. en Atenas y vivió en la época de la ilustración sofística, en la época en que se construyó el Partenón y los más hermosos edificios de la Acrópolis.
Los personajes de Eurípides ceden y vacilan, tienen dudas respecto a los dioses. Son frecuentes los debates en los que se muestra la crueldad y el desatino de una conducta divina, y, sin embargo, ese racionalismo no proporciona una salida al conflicto.

En la obra que vimos se nos presenta al héroe después de haber asesinado a su propia madre, Clitemnestra, e inmerso en unos terribles remordimientos junto a su hermana Electra. Además es atormentado por las Erinias y condenado a muerte por matricida por los habitantes de Argos.
El dios Apolo maneja las actuaciones de todos los personajes y, como deus ex machina, restablece la trama y resuelve la tragedia de una manera quizá un poco floja y forzada.



Luego, tras responder los actores a las preguntas y dudas de algunos alumnos y un descansito posterior, asistimos a la comedia de Plauto.

Plauto nació en el 251 a.C. y, a pesar de que los datos sobre su vida son inciertos, se cree que trabajó en Roma durante su juventud en una compañía teatral, quizá como actor cómico y que habiendo ahorrado un poco de dinero, lo invirtió sin éxito en una especulación comercial. Empobrecido, se dice que trabajó como molinero mientras escribía sus primeras obras en sus ratos de ocio.

Pero luego triunfó por completo y divirtió al público hasta el límite viviendo sin poblemas de sus obras... A decir de los antiguos, tanta fue su estimación durante todo el Imperio, que algunos autores llegaron a afirmar que si las Musas hablaran latín lo harían con el estilo de Plauto.
Plauto usa un rico y vistoso lenguaje de nivel coloquial que no elude la obscenidad y la grosería entre retruécanos, chistes, anfibologías, neologismos, usando un vocabulario muy abundante de una gran variedad de registros.

En este caso la obra que vimos fue Truculentus que cuenta cómo la avariciosa cortesana Fronesia va a desplumar al mismo tiempo a tres hombres que la desean con locura, a un joven de ciudad al que tiene arruinado ya, a un paleto que tiene como esclavo a Truculentus, y a un soldado fanfarrón.


Los chistes, las imitaciones, las canciones utilizadas... hicieron de la obra un carcajada contínua.

Los actores bordaron sus personajes y todos nos divertimos mucho con cada gesto y cada palabra.
Y llegó el final de la obra y, de nuevo los actores, ¡que eran los mismos de la tragedia!, se sentaron para solventar dudas de los alumnos.

Y después... caminito a Parla con un estupendo sabor de boca.

¡¡Hasta la cita del curso que viene!!

Mª Jesús Prieto

3 comentarios:

Minerva McGonagall dijo...

¡Qué bien os sienta el teatro clásico! Estáis reguapas ¡y reguapo Borja también!

María Jesús, acabas de despertarme muchos recuerdos porque yo estudié en esa Facultad y estuve también sentada en ese Paraninfo, pisé las viejas losetas de esos pasillos y traspasé esas puertas de madera marrón acristaladas en la que os habéis tomado la foto. ¡Qué tiempos aquellos!
¡VIVA LAS HUMANIDADES!

Tereee! dijo...

Ya estaa esto publicado? Joer profe que rapidez jaja,, ahora intento guardarme las foto para l recuerdo! Que dia mas bueno jaja estas son las mejores excursiones, poquita gente y una buena excursion para pasarnoslo bien jajaja ha estado geniaal! si esque somos los mejores.. :)

Galatea dijo...

¡Sí señor! ¡Viva las Humanidades vivas!