sábado, 15 de noviembre de 2008

La cultura del vino






Visita al Laberinto de Creta

Como este blog es de uso y disfrute de alumnos, profesores y padres, he decidido hablaros sobre el vino (oinós en griego,> enólogo) y la cultura que gira alrededor de él.


Aunque puede parecer un tema más frívolo que las lenguas clásicas, es interesante aprender y conocer los orígenes y lo que rodea a algo que está tan íntimamente unido a nuestra cultura mediterránea como el vino y, además, conviene educar a unos y a otros para que tengan en consideración al buen vino y aprendan a hacer, con el tiempo, el correspondiente "maridaje" con un suculento plato.


Las bodegas Yllera, en Rueda (Valladolid), han tenido una idea muy original para dar publicidad a sus caldos y ha sido la de utilizar en sus instalaciones el mito griego del Laberinto y el Minotauro , algo que sí enlaza con la materia que imparto.

Y, tomando sus propios recursos y palabras, comenzamos el recorrido junto a la propia N-VI, donde se encuentra la importante bodega rodeada de grandes extensiones de viñedo.
Debéis saber primeramente que los vinos de Rueda, como los de Ribera de Duero, Toro o Rioja, tienen denominación de origen, es decir tienen una entidad propia y una calidad magnífica pues son caldos elaborados con una uva tinta del país, verdejo o Sauvignon blanc exquisita y, luego, mimados hasta crear vinos ideales para acompañar deliciosos platos.
Esta bodega se ha servido de un mito tan conocido y universal para denominar con el nombre de LABERINTO a un conjunto de viejas bodegas familiares que, en cierto momento, lograron comunicar entre sí y, de este modo, han querido plasmar cultura y tradición a través de la relación de dicho mito con el laberinto que recorre las profundidades de Rueda. Durante 10 salas relacionan un episodio o un personaje con cada uno de sus tipos de vino. Sólo hay que seguir “El hilo de Ariadna” para descubrir nuevas e inolvidables experiencias.
¡Empecemos y veamos lo que nos cuentan!

SALA I - CRETA

El origen del vino es oriental y se relaciona con Dionisos, dios del vino. Las viñas y el consumo del vino llegaron a Europa a través de Creta, isla de tradición marinera y dedicada al comercio. Ésta se convirtió en el punto más estratégico para la navegación por el Egeo y es la conexión entre Oriente y el Mediterráneo en cuanto a cultura, religión, arte… La relación entre Creta e Iberia se produce a través del toro: Creta y el Minotauro – Iberia, la piel de toro. La fiesta y los juegos taurinos pertenecían a la cultura cretense y a un arraigado culto religioso y, a través de estos ritos, la Península Ibérica heredó esta tradición.
Es el punto de partida hacia un viaje por un laberinto lleno de historias para ser escuchadas y vinos que esperan ser catados por sus visitantes.



SALA II - EL MEDITERRANEO (LOS VINOS ESPUMOSOS)

El Mediterráneo, “mar en medio de la tierra”, es testigo excepcional del transcurso de la historia. Sus aguas han sido el escenario de grandes acontecimientos y han servido como enlace de los pueblos que se asomaban a él. Como su burbujeante espuma de mar, así son los vinos espumosos (champán en Francia, cava en Cataluña, etc.).El Mediterráneo ha sido el punto de unión de civilizaciones y culturas diferentes que han tenido en común a lo largo de la historia el comercio de trigo, aceite de oliva y vino. El cuidado de los caldos, la vendimia, la fiesta y la tradición, cruzan el mar Mediterráneo y cada pueblo imprime su sello personal, pero siempre con una raíz común.
Los vinos espumosos guardan la esencia de este mar y la efervescencia de sus aguas.



SALA III - LAS DONCELLAS (LOS VINOS BLANCOS)

Androgeo, hijo del rey Minos de Creta, poseía una gran habilidad gimnástica lo que le había llevado a Atenas a disputar los juegos que se celebraban en honor a la diosa Atenea. Al vencer en todas las pruebas, los atenienses, rabiosos de envidia, le quitaron la vida. El rey Minos, al enterarse de la muerte de su hijo, declaró la guerra a Egeo, rey de Atenas, ofreciéndole la paz a cambio de siete doncellas y siete jóvenes durante 9 años con la finalidad de llevarles al laberinto y servir de alimento al Minotauro.
Las doncellas y los jóvenes, simbolizan la pureza y la juventud, al igual que los vinos blancos de la bodega. La prodigiosa uva Verdejo, natural de la zona, convierte a Rueda en la capital del vino blanco.


SALA IV – ÍCARO (LOS VINOS ROSADOS)


Ícaro era el hijo de Dédalo, importante arquitecto e inventor ateniense, al que se le han atribuido numerosos ingenios. El rey Minos le había encargado a Dédalo la construcción de un intrincado laberinto en el que poder encerrar al Minotauro. Al finalizar su labor, Dédalo y su hijo, que pretendían volver a su tierra, fueron retenidos contra su voluntad, para asegurar así el secreto del laberinto y su salida. Pero Dédalo ideó unas alas fabricadas de plumas y cera con las que poder escapar de Creta.
Antes de partir, Dédalo había advertido a Ícaro que no volara ni muy bajo, ya que las alas podrían mojarse con el mar, ni muy alto pues podrían derretirse por el calor del sol.Pero Ícaro, joven e impetuoso, voló tan alto que sus alas empezaron a derretirse cayendo irremediablemente al mar y ahogándose.
Como Ícaro, los vinos rosados salen pronto y son apasionados e impulsivos, con las virtudes y la gracia de la juventud.


SALA V – ARIADNA (LOS VINOS TINTOS JÓVENES)

Ariadna representa la juventud y la frescura, simboliza la belleza y la fertilidad. Hija del rey Minos y Pasífae, se enamoró primero del héroe Teseo y luego, tras ser abandonada por Teseo, de un dios (Dionisos, dios del vino). El mito nos cuenta cómo Ariadna se enamoró de Teseo, hijo del rey de Atenas, que se encontraba entre los jóvenes que debían ser entregados al Minotauro para ser devorados.
La joven entregó a Teseo un hilo que, al ser enrollado, le permitiría después encontrar la salida. Ariadna huyó con Teseo pero éste, cegado por el dolor que había vivido en el laberinto, la abandonó a su suerte en la isla de Naxos.




Nuestros tintos jóvenes son como Ariadna, llenos de ilusión, optimismo y juventud. Son vinos agradables y asombrosos, dispuestos para ser tomados y apreciados en todo su esplendor.

SALA VI – DÉDALO (LOS VINOS DE CRIANZA EN BARRICA)

La historia de Dédalo se vincula con el ingenio, la creatividad y la paciencia. Reputado inventor y arquitecto, Dédalo es el autor con mayúsculas. Padre de Ícaro, se había exiliado junto a él en Creta y el rey Minos le había encargado construir un laberinto para esconder dentro a su hijastro, el Minotauro. Es Dédalo quien entregará el hilo a Ariadna para que Teseo pueda escapar del laberinto después de dar muerte al Minotauro.

Esta sala, una de las más amplias del recorrido, está dedicada al maestro artesano; constructor y artífice del laberinto cretense, equiparable a los vinos de crianza en barrica.
El vino es una estructura que hay que crearla y criarla. Dédalo, imaginativo, artista, arquitecto e inventor, se nos muestra como idóneo ejemplo de “vino de autor”.


SALA VII – TESEO (LOS VINOS DE CRIANZA EN BOTELLA)


Teseo, hijo del rey de Atenas, se había entremezclado entre los 7 jóvenes que debían ser entregados al Minotauro para saldar la deuda contraída con el rey de Creta, Minos. Al llegar a la isla, Ariadna, hija del rey cretense, se enamoró de él y le entregó un ovillo con el que podría encontrar, enrollándolo de nuevo, la salida del laberinto. Teseo llegó hasta el Minotauro, al que asesinó y, gracias al hilo, encontró la salida liberando así a Atenas del castigo impuesto por el rey Minos. Ariadna le había pedido, a cambio, poder acompañar al héroe a Atenas y él había aceptado. Así comenzarán un largo camino que tendrá parada en la isla de Naxos.
Teseo es el héroe y simboliza en la bodega, los crianzas en botella. El héroe arriesga y asegura el trabajo como lo haría un bodeguero. Cuando el vino sale al mercado, se le compara a Teseo, quien deja de ser un príncipe para convertirse en el rey de Atenas, recordando el buen reinado de su padre y del que él es heredero.





SALA VIII – MINOTAURO (LOS VINOS RESERVA)

Ser mitológico y monstruoso, nacido de Pasífae, la esposa del rey Minos y de un toro, regalo de Posidón al rey de Creta para su sacrificio. Según el mito, el ejemplar era tan hermoso que Minos no lo sacrificó en honor de Posidón y éste, enfurecido, conjuró a la esposa del rey cretense para que se enamorara de este toro y así, posteriormente, nació el Minotauro de su unión. Minos, avergonzado, mandó a Dédalo construir un laberinto para encerrar al monstruo y alejarle de miradas curiosas. El Minotauro, alimentado con la carne humana de siete jóvenes y siete doncellas, tributo que Atenas debía pagar a Creta, fue asesinado finalmente por el héroe, Teseo.

La sala del Minotauro está dedicada a los vinos Reserva de la bodega y representa la fuerza y la inteligencia del hombre. El Minotauro es un ser único, como un vino de reserva.

SALA IX – NAXOS (LOS VINOS GRAN RESERVA)

Teseo, una vez cumplida su hazaña de matar al Minotauro, huyó a Atenas junto a Ariadna. En su vuelta, pararon a descansar en la isla de Naxos, donde ella se durmió profundamente. Éste la abandonó para acudir a la llamada de su padre, Egeo.
El dios del vino, Dionisos, encontró a Ariadna dormida y, al despertar la joven, se enamoró del dios perdidamente.






La sala y este pasaje, representan los vinos gran reserva pues son caldos que, como Ariadna, duermen en brazos de un héroe y despiertan en brazos de un dios.


SALA X – DIONISOS (VINO “YLLERA DOMINUS”)

Dionisos nació de la unión de Zeus y Sémele. Fue criado en secreto por las Ninfas en el monte Nisa, donde estableció el arte de plantar viñas y en consecuencia el hacer vino. Dionisos fue honrado por los hombres, y sobre todo por las ménades, en fiestas en las que se llegaba al éxtasis y en las que el vino era el centro. El culto a Dionisos se propagó por todo el mundo conocido, no sólo en Grecia sino también en Italia, en Asia Menor, Tracia y Macedonia. La viticultura se popularizó por todo el Mediterráneo, llegando hasta nuestros días.





El recorrido termina, por tanto, con un dios, el dios del vino y se relaciona con el vino Yllera Dominus, la joya de la bodega, el dios de los vinos del Grupo YLLERA.
Mª Jesús Prieto
.

No hay comentarios: