miércoles, 17 de junio de 2009

CIENCIA/ MEDIO AMBIENTE

EL LINCE IBÉRICO


CARACTERÍSTICAS:

Nombre científico: Lynx pardinus.
Nombre vulgar: Lince ibérico.
Familia: Félidos.
Peso: 13 Kg los machos y 10 kg las hembras.
Longitud: Entre 0,9 y 1 metro los machos. Entre 0,85 y 0,9 las hem
bras.
Altura: Entre 0,6 y 0,8 m.
Longevidad: Entre 10 y 15 años.
Hábitat: Matorrales, bosques mediterráneos
Distribución: Península Ibérica. Alimentación: Carnívora. Sobre todo conejos, pero también palomas, urracas, reptiles, roedores, ciervos, etc.
Época de celo: Desde finales del mes de diciembre hasta mediados del mes de febrero.
Época de nacimiento: Durante los meses de marzo y abril.
Gestación: aproximadamente de 65 a 72 días.
Número de crías: de una a cuatro. Generalmente, dos.

El lince ibérico (Lynx pardinus) es un felino en peligro de extinción. Es endémico de la península Ibérica, por eso España y Portugal son los principales protectores de esta especie.
Sus patas son gruesas y fuertes, y las orejas puntiagudas, con un espeso mechón de pelo negro en su ápice. El lince ibérico parece una versión más pequeña del lince eurasiático. El pelaje en parte gris rojizo, con manchas castañas, y en parte blanco; la barba está formada por dos mechones puntiagudos, tienen una capa distintamente manchada que los linces eurasiáticos de Europa occidental o solamente sobre mitad de su talla.

En verano el pelo del lince es corto y con tendencia al tono rojizo; en invierno es más largo y de color blanco grisáceo. Por otra parte, en su conjunto, la coloración del animal se halla sujeta a cambios, lo mismo que los dibujos y las manchas de la piel. Asimismo la hembra se distingue por un color de fondo más rojizo y por tener las manchas menos acusadas. Los recién nacidos son blancuzcos. Los ojos de este animal, color de bronce, tienen la pupila redonda.

Sus orejas están rematadas por unos característicos pinceles compuestos por pelos negros rígidos cuya finalidad posiblemente sea la de descomponer la redonda silueta de su cabeza, favoreciendo de este modo su mimetismo. Su cuerpo está cubierto por un pelaje espeso y suave que se alarga en la cara y forma dos mechones puntiagudos y colgantes: las patillas que cuelgan de sus mejillas, que aumentan progresivamente de tamaño con la edad, y los pinceles de las orejas dan al animal un aspecto muy particular. Los jóvenes de pocas semanas carecen de patillas y casi de pinceles y en los individuos de un año ya aparecen las patillas, aunque cortas, que apenas cuelgan por debajo de la barbilla. Los machos tienen las patillas más largas que las hembras.

El lince es un animal de actividad fundamentalmente crepuscular y nocturna, aun cuando durante el invierno aumentan sus hábitos diurnos. Suele ser un animal que vive en solitario, excepto en las épocas de cría y celo. No suelen compartir el alimento tras la dispersión de las crías de la hembra. El macho no coopera tampoco en la cría de los recién nacidos, desentendiéndose de la hembra tras el celo.

Es el carnívoro más amenazado en Europa y el felino más amenazado en todo el mundo.
Las causas principales de la situación precaria del lince ibérico son la pérdida de hábitat, la persecución humana con cepos, lazos y otras artes de caza, el descenso de la población de conejos, su presa básica y principal sustento alimenticio de estos felinos, la fragmentación de su población en núcleos pequeños e inviables y los atropellos.
Quedan únicamente alrededor de mil ejemplares, y se mira con esperanza al Programa de Cría en Cautividad.


SITUACIÓN ACTUAL DE LA ESPECIE

De seguir su tendencia actual, el lince podría desaparecer en menos de diez años. Los datos de los censos realizados a principios de los 90 señalaban la existencia de unos 1.200 linces. Cinco años después se citaban entre 800 y 500. Ahora los más optimistas señalan alrededor de 500, pero parece que sólo quedan 150 ejemplares adultos.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza le ha calificado, junto al tigre de Bengala, como el felino más amenazado del planeta. En cincuenta años, la especie ha pasado de habitar la mayor parte de la península Ibérica a verse recluida en cinco áreas completamente aisladas entre sí. Algo que supone un peligroso e inevitable deterioro genético.

De las cinco poblaciones, sólo dos son genéticamente viables. La más importante está en la Sierra de Andújar, una zona de monte mediterráneo con un aceptable estado de conservación y en la que se estima que sobreviven unos 60 ejemplares. De ellos, una docena se encuentra en el interior de la finca estatal Lugar Nuevo, donde se ha puesto en marcha el Plan Integral para la protección de la especie.
La segunda zona lincera es el Parque Nacional de Doñana y su entorno. Allí se estima que subsiste una población de 40 ejemplares. Es la más amenazada por la presión de un entorno que no sabe ver la importancia de su conservación.

Las otras tres áreas se encuadran en el cuadrante sudeste de la península: El Enebral, Montes de Toledo y Sierras de Gata y Granadilla. Además, podría haber pequeñísimos grupos o individuos aislados en otros lugares, como el sudeste madrileño. Por desgracia, su presencia es residual en todas ellas.

Ecologistas y científicos denuncian varios proyectos e infraestructuras que son especialmente perjudiciales y que en la actualidad apoyan las diferentes Administraciones. Citan en especial cinco grandes embalses en zonas linceras: Melonares (Sevilla), Irueña (Salamanca), La Breña II (Córdoba), La Coronada y Andévalo (Huelva), así como ciertas carreteras del entorno del Parque Nacional de Doñana.

NACEN TRES CRIAS DE LINCE EN EL PARQUE NACIONAL DE DOÑANA

Tres nuevos cachorros de lince ibérico han nacido en el centro de El Acebuche en Doñana dentro del programa de cría en cautividad impulsado por la Consejería de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino como apoyo a la conservación de esta especie en peligro de extinción.

RECUPERACIÓN DE POBLACIONES

El Programa de Cría en Cautividad tiene como objetivo asegurar a corto plazo la conservación del material genético de la especie y crear, a medio y largo plazo, nuevas poblaciones a través de programas de reintroducción.

En paralelo, en Andalucía se está desarrollando el proyecto para la Conservación y Reintroducción del Lince Ibérico del programa europeo Life Naturaleza, que cuenta con un presupuesto de 26 millones de euros, el de mayor entidad concedido nunca a España.

Varún Rabadán. 3º A

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