Visita a Segóbriga

El 6 de Abril fuimos con los alumnos de Latín de 4º y de 1º de Bachillerato de Humanidades a Segóbriga.

Durante muchos años, el Departamento de Clásicas de este Centro estuvo acudiendo con todos sus alumnos, los de Cultura Clásica y los de Latín y Griego, a este maravilloso entorno para ver las representaciones de teatro que se desarrollaban allí dentro del Festival de Teatro Grecolatino de Segóbriga.

Por razones de organización de dicho evento, se empezó a presenciar sólo una de las obras en el propio teatro y la otra pasó a representarse en el centro cultural de Tarancón. Al no estar del todo de acuerdo con esta organización, dejamos de acudir al Festival.

Este año lo que programamos fue una visita al sitio arqueológico para ver tranquilamente y sin masificaciones el teatro, anfiteatro, termas, basílica, foro...

Primero vimos un vídeo sobre la importancia de la ciudad de Segóbriga, cómo llegó a tener una gran extensión y todo tipo de edificios y monumentos.

La ciudad sólo empezó a decaer cuando las minas de lapis specularis, dejaron de ser rentables con la aparición del vidrio soplado. Esa roca tan valiosa servía para la fabricación de cristales para las ventanas y Segóbriga era el principal yacimiento, por lo que se llevaba por tierra hasta Carthago Nova donde se cargaba en barcos hasta Roma y el resto del Imperio.




Fuimos visitando primero el teatro, que es una belleza aunque no se conserve la summa cavea (las gradas de arriba) y en el proscenio sólo queden en pie un par de columnas; pero es que mantiene bastante bien su acústica y es impresionante.

Después vimos el anfiteatro donde luchaban los gladiadores y las fieras y divisamos a lo lejos el circo.

¡ Tenía que ser una ciudad de categoría si tenía los tres edificios para espectáculos más importantes: teatro, anfiteatro y circo !

Luego, dentro del perímetro de las murallas, vimos el foro, centro neurálgico de la ciudad, con restos de la basílica dode se impartía justicia y se daban las transacciones comerciales, las termas con su precioso apodyterium (vestuario), frigidarium (sala de agua fría), tepidarium (agua templada) y caldarium (agua caliente), etc.

Tras ver el museo, fuimos al merendero a comer y allí charlamos, descansamos e incluso cantamos con el estupendo acompañamiento de la guitarra de Juan.

Creo que el balance de la visita fue muy positivo para todos, alumnos y profesores.