Pero como todo tiene solución, nuestro compañero Xavier, todo un caballero poeta, nos ha regalado no uno... ¡sino dos! magníficos poemas de febrero. Ahí van. Esperamos que os gusten.
Fotografía de Fernand Hick
Febrero I
Llegas con cara larga porque nadie te espera,
vienes como con prisa
y después te demoras demasiado.
Eres el mes más corto y, sin embargo,
qué pesado resultas con tus noches
y con tus madrugadas heladoras.
Cuando, por fin, te vas
se te olvida decirnos
“hasta el año que viene”. Nos engañas,
prometes mucho más de lo que entregas.
No nos gustas. Lo notas en nosotros
y a nosotros bien poco nos importa.
Llegas con cara larga porque nadie te espera,
vienes como con prisa
y después te demoras demasiado.
Eres el mes más corto y, sin embargo,
qué pesado resultas con tus noches
y con tus madrugadas heladoras.
Cuando, por fin, te vas
se te olvida decirnos
“hasta el año que viene”. Nos engañas,
prometes mucho más de lo que entregas.
No nos gustas. Lo notas en nosotros
y a nosotros bien poco nos importa.
Sun in Empty Room de Edward Hopper
Febrero II
Casas vacías,
ventanas rotas,
puertas abiertas,
niños zurdos que saltan,
paredes mal pintadas,
un fotógrafo checo
que se da a la desidia,
caballos españoles,
maletas coloradas,
pañuelos en la nuca,
trenes que nunca llegan,
un gorrito de lana
que se está destejiendo,
tardes a la intemperie,
ruido de sables,
un bolígrafo rojo que no pinta,
un plato de galletas,
un cedro solitario,
aviones de combate,
la niña que no entiende los deberes,
la pareja que charla
frente a dos ceniceros,
ganas de no volver más al trabajo.
Ambos poemas son de Xavier Pascual Aguilar
Casas vacías,
ventanas rotas,
puertas abiertas,
niños zurdos que saltan,
paredes mal pintadas,
un fotógrafo checo
que se da a la desidia,
caballos españoles,
maletas coloradas,
pañuelos en la nuca,
trenes que nunca llegan,
un gorrito de lana
que se está destejiendo,
tardes a la intemperie,
ruido de sables,
un bolígrafo rojo que no pinta,
un plato de galletas,
un cedro solitario,
aviones de combate,
la niña que no entiende los deberes,
la pareja que charla
frente a dos ceniceros,
ganas de no volver más al trabajo.
Ambos poemas son de Xavier Pascual Aguilar
No hay comentarios:
Publicar un comentario