miércoles, 7 de enero de 2009

EL JARDÍN BOTÁNICO





Visita al Jardín Botánico de Madrid


 

El pasado lunes 1 de diciembre los alumnos de 3º C de la optativa de Botánica Aplicada fueron a visitar el Jardín Botánico de Madrid y a realizar un taller titulado “Las adaptaciones de las hojas”, dentro de las actividades de la asignatura y las de la Semana de la  Ciencia de Madrid. La visita constó de dos partes, la primera era conocer el jardín, su historia, su distribución y reconocer algunas de  las plantas que lo componen. Un jardín botánico es como un museo de plantas, con la particularidad de que son seres vivos que hay que mantener y mimar, para que los visitantes lo disfruten. En otoño los colores amarillos, marrones y rojos sustituyen al verde de la primavera y el verano, pero los rigores del frío y del viento, invierno anticipado, nos han mostrado un jardín algo menos vistoso, pero igualmente íntimo, solitario y con un encanto que invita al recogimiento en sus rincones y paseos, más que a la tristeza de los árboles sin hojas. 

El parque está dividido en terrazas, con cuadros de plantas distribuidas con diferentes finalidades: ornamentales, aromáticas, medicinales, comestibles, en familias taxonómicas de plantas o en jardines de diseño para el paseo o el descanso. El jardín botánico cuenta, entre otros,  con un edificio, el Pabellón Villanueva, en el que vimos una  exposición sobre maquetas de construcciones e ingenios mecánicos. La visita se completa con algunos árboles singulares, un ciprés bicentenario, el olmo llamado “el pantalones” por tener dos tallos que semejan las piernas de unos pantalones, o la secuoyas gigantes. También vimos una excelente colección de bonsáis, plantas enanas, y para completar  el recorrido visitamos el invernadero. Este es una instalación para aclimatar plantas de otros climas de la Tierra. De la sala del clima árido, con numerosos cactos y las llamadas plantas piedra, se pasa al clima cálido y húmedo de los trópicos donde no pudimos ver la famosa mimosa púdica, o sensitiva, que cierra sus hojas al contacto con las gotas de la lluvia o las manos  de los curiosos visitantes. El último tramo lo representa la abigarrada vegetación de las selvas tropicales en las que la humedad te cala; aquí hay muchas plantas singulares pero las estrellas de la visita son las plantas carnívoras.


 


La segunda parte de la visita consistió en un taller de adaptaciones de las hojas. Las monitoras enseñaron a los alumnos como se adaptan las plantas a climas secos como el español, y pudieron observar a la lupa o el microscopio algunas preparaciones. La pilosidad y las esencias son mecanismos de adaptación a ambientes secos que presentan plantas conocidas, como el romero, tomillo, adelfa o el olivo. Otras adaptaciones especiales son los de las hojas de las plantas carnívoras o las espinas de algunas plantas.

 

Al acabar el taller nos acercamos a la tienda donde puedes comprar algunas de las bonitas plantas vistas en el jardín. La salida está cerca y nos vamos a tomar el tren en la cercana estación de atocha. El corto recorrido es muy bonito, al salir tenemos de frente el Museo del Prado, bajamos por el Paseo del Prado hasta llegar a la plaza de Atocha, por la acera de la izquierda pasamos al lado del imponente edificio del Ministerio de Agricultura y cerca de la entrada del metro y la estación de Atocha dejamos el Museo de Antropología. En media hora el tren nos devuelve a Parla y acaba una intensa jornada para los amantes de la Botánica. En primavera volveremos para disfrutar los  colores y olores de la primavera.


 


Arturo Enríquez

Dto. Biología y Geología

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