miércoles, 18 de febrero de 2009
LOS CORAZONES DE "EL OLIVO"
martes, 17 de febrero de 2009
ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE BÉCQUER

Es cierto que fue un poeta romántico, pero en un tiempo en el que no existía el Romanticismo. Cuando Bécquer escribía, ya imperaba en el mundo literario un nuevo movimiento: el Realismo, del que nunca se contaminó. Gustavo Adolfo se mantuvo fiel a los planteamientos estéticos del Romanticismo, pero abandonó su tono grandilocuente y sus excesos. Lo que quedó fue una poesía intimista, musical, cargada de simbolismo y, a veces, con un innegable tono popular. Y esa poesía va a convertirse en el punto de arranque de la renovación poética española. Para los poetas posteriores será una siempre una referencia.
Los modernistas admirarán su ritmo y su carga simbólica; para Juan Ramón Jiménez, será un antecedente en su búsqueda de la esencialidad poética; para Machado fue un maestro de simbólica hondura; la Generación del 27 lo admiró, hasta el punto de que uno de sus miembros, Luis Cernuda, tituló una de sus obras con un verso de Bécquer: Donde habite el olvido.
Permitidme ahora que me ponga un poco sentimental y que aproveche este homenaje al poeta para recordar a otra persona, a una adolescente que en la posguerra pasaba hambre, hambre física y de versos. Un bombardeo había destruido su casa y sus enseres, pero no su amor por la poesía (romántica, a ser posible). Cuando conseguía que le prestaran un libro de poesía, aprovechaba para copiar sus versos favoritos con esa buena letra que tenían las señoritas de provincias.
El 16 de abril de 1943 era Viernes de Dolores, su santo, y sus primas le regalaron las Rimas de Bécquer. Ella se las aprendió todas. Muchos años después, le recitaba a su hija esos versos; y, cuando su hija fue adolescente, le regaló el pequeño librito de las Rimas. Su hija también se las aprendió.
Pasaron los años y la hija de la joven hambrienta de versos también tuvo una hija, y también le recitó los versos de Bécquer, y le regaló el librito cuando fue adolescente. Mi hija también se ha aprendido las Rimas.
HOMENAJE A ANTONIO MACHADO
domingo, 15 de febrero de 2009
¡YA HEMOS LLEGADO A LOS CINCO MIL!
MÁS DE 5000
PERSONAS!
MUCHAS GRACIAS
A TODOS LOS QUE HABÉIS COLABORADO
Y A LOS QUE
NOS ACOMPAÑÁIS EN ESTA AVENTURA.
¡MILES DE BESOS PARA TODOS!
Lo que hay que ver / Exposiciones/8
La conmemoración del centenario del nacimiento del pintor ha movido a la Tate Britain de Londres, al Metropolitan Museun of Art de Nueva York y al Museo del Prado a crear esta exposición itinerante que nos llega tras haber sido expuesta en Londres y que posteriormente viajará a la ciudad americana.
Bacon estuvo muy ligado a España. De hecho, murió en Madrid. En el Prado pasaba largas horas, cuando el Museo estaba cerrado, contemplando las salas dedicadas a Goya y a Velázquez. Y la poesía de Lorca inspiró sus cuadros sobre las corridas de toros.
La pintura de Bacon es un duro y honesto intento de comprender la condición humana. Si uno se acerca sin prejuicios a sus cuadros, se detecta la angustia reprimida y violenta que se muestra en los gritos, la fragilidad del ser humano, su vulnerabilidad, la presencia constante del miedo en la brutalidad de la vida cotidiana, de la soledad y de la muerte. Su homosexualidad, que le hizo llevar una vida difícil, y su tormentosa relación con Peter Lacy, un alcohólico violento, inspiran su obra, al igual que su último compañero, George Dyer, un hombre frágil y patético que se suicidó en 1971, dos días antes de que Bacon inaugurara una gran exposición suya en París.
La pintura de Bacon exige una mirada cómplice para que tanto la técnica como la temática de sus cuadros penetren en el espectador y se pueda captar la belleza de su trágica visión de la vida del ser humano.
sábado, 14 de febrero de 2009
El Amor greco-latino para un Día de Enamorados



Odio y amo. Quizás te preguntes por qué lo hago.
No sé, pero siento que es así y sufro.
Odi et amo, quare id faciam, fortase requiris.
Necio, sed fieri sentio et excrucior.
Ninguna mujer puede decir que ha sido tan amada, Lesbia mía, como tú lo has sido por mí.
Nunca hubo en ningún amor tanta lealtad de mi parte como la que tiene mi amor por ti.
Nulla potest mulier tantum se dicere amatam
vere,quantum a me Lesbia amata mea es.
nulla fides ullo fuit umquam foedere tanta,
quanta in amore tuo ex parte reperta mea est.

¡Oh, si yo fuera espejo,para que siempre me miraras!,
ἐγὼ δ᾿ ἔσοπτρον εἴην,
viernes, 13 de febrero de 2009
NUESTROS ARTISTAS: POEMAS DE AMOR
EL13 DE FEBRERO DE 1837 MURIÓ MARIANO JOSÉ DE LARRA

Este año se cumple el segundo centenario de su nacimiento, y justo hoy, 13 de febrero, hace 172 años que se quitó la vida. Sirvan estas líneas para recordar su muerte y su vida.
Su padre, Mariano de Larra y Langelot, fue médico militar al servicio de José I Bonaparte, y durante la Guerra de la Independencia abandonó España con su familia para residir en Francia. En 1818 volvió la familia Larra (Mariano José tiene 9 años). La influencia paterna y la estancia en Francia harán de Larra un afrancesado –vehemente, eso sí, como buen romántico.
Tras residir en diferentes ciudades, en 1825 se instala en Madrid, donde se pone en contacto con un grupo de jóvenes literatos e intelectuales (Ventura de la Vega, Bretón de los Herreros…) con los que se reúne en un café de la calle del Príncipe en una tertulia a la que denominan “El Parnasillo”.
Larra va a dedicarse fundamentalmente al periodismo satírico: con sólo 19 años funda El duende satírico del día, un folleto mensual dedicado a la crítica de la sociedad de su tiempo, creado a imitación de publicaciones inglesas del mismo tipo. Firmará con el seudónimo “El duende”, uno de los muchos que usó: Juan Pérez de Murguía, o –el más conocido- Fígaro. Colaboró en varias publicaciones: El pobrecito hablador, Revista Española, El Correo de las Damas, El Observador, El Mensajero, El Español, El Mundo, El Redactor General…
Sus artículos se clasifican en: artículos de costumbres, literarios y políticos. En todos destaca su afán reformador y su deseo de que España progrese y se modernice.
Sus artículos de costumbres –quizá los más conocidos-- son una crítica al atraso de España, las costumbres zafias y groseras del pueblo y de los burgueses, la pereza, la falta de educación, la incultura, la hipocresía, la vanidad… (¡Dios, qué diría si nos viera hoy!).
Sus deseos reformadores van derivando cada vez más hacia el desaliento. Intenta participar en la política nacional, y se presenta como diputado por el partido conservador. Sale elegido, pero el Motín de la Granja (12 de agosto de 1836) provoca un cambio político que no le permite tomar posesión.
Al desengaño político y la disconformidad con la sociedad española en general se une la ruptura –una de tantas—con su amante, Dolores Armijo. De esta época son sus artículos más pesimistas: El Día de Difuntos de 1836, Horas de invierno, La Nochebuena de 1836 y Exequias del Conde de Campo Alarge.
Basta este fragmento de El Día de Difuntos de 1836 para captar su pesimismo y su profunda depresión:
“Dirigíanse las gentes por las calles en gran número y larga procesión, serpenteando de unas a otras como largas culebras de infinitos colores: ¡al cementerio, al cementerio! ¡Y para eso salían de las puertas de Madrid!
Vamos claros, dije yo para mí, ¿dónde está el cementerio? ¿Fuera o dentro? Un vértigo espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver claro. El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio. Pero vasto cementerio donde cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna cineraria de una esperanza o de un deseo.
Entonces, y en tanto que los que creen vivir acudían a la mansión que presumen de los muertos, yo comencé a pasear con toda la devoción y recogimiento de que soy capaz las calles del grande osario.
-¡Necios! –decía a los transeúntes-. ¿Os movéis para ver muertos? ¿No tenéis espejos por ventura? ¿Ha acabado también Gómez con el azogue de Madrid? ¡Miraos, insensatos, a vosotros mismos, y en vuestra frente veréis vuestro propio epitafio! ¿Vais a ver a vuestros padres y a vuestros abuelos, cuando vosotros sois los muertos? Ellos viven, porque ellos tienen paz; ellos tienen libertad, la única posible sobre la tierra, la que da la muerte […]”
La tarde del 13 de febrero de 1837, día de Carnaval, Dolores Armijo, con su cuñada, se presentó en el número tres de la calle Santa Clara, donde vivía Larra. Iba a comunicarle a su amante que la ruptura –ahora sí—iba a ser definitiva: ella se marchaba para siempre, viajaba a Filipinas para reunirse con su marido. La entrevista fue tensa, llena de reproches y de súplicas, pero Dolores estaba decidida. Aquello era era el final. Había caído la noche sobre Madrid y sobre el corazón de Larra.
Las dos mujeres salieron de la casa, bajaron las escaleras en penumbra, y el silencio se llenó del ruido de sus pasos, del frufrú de las telas de sus vestidos, y quizá de algún sollozo de Dolores. Al llegar al portal, su cuñada abrió la puerta con energía y se retiró para dejarla pasar. Un frío intenso golpeó su cara, sobre todo los ojos, todavía húmedos. Justo cuando atravesaba el umbral, se oyó un disparo que venía de arriba. Dolores lanzó un grito que se convirtió en gemido. No hay vuelta atrás. Por una calle cercana se escuchaba la algarabía de unas máscaras. Las dos mujeres aceleraron sus pasos y desaparecieron en la oscuridad. ¿Podré vivir con el remordimiento?
Bueno, quizá no fue así, pero yo así lo recuerdo, con la claridad que tienen los recuerdos de lo que nunca se ha vivido.
Cuentan que, poco tiempo después, Dolores embarcó hacia Filipinas y que su barco naufragó en el Cabo de Buena Esperanza. A lo mejor tampoco esto es verdad, pero, a veces, la vida se parece mucho a la literatura.El cuerpo de Larra se veló en la cripta de la cercana iglesia de Santiago, y el día 15 se celebró un entierro multitudinario en el que un joven poeta de Valladolid llamado José Zorrilla leyó un sentido poema (ripiosillo, en su estilo) que le sirvió para darse a conocer. Si este poema se escuchó entonces, que se escuche también hoy para recordar la muerte de Mariano José de Larra. Descanse en paz.
LOLA SEVILA
Poema A La Memoria Desgraciada Del Joven Literato D. Mariano José De Larra de Jose ZorrillaEse vago clamor que rasga el viento
es la voz funeral de una campana;
vano remedo del postrer lamento
de un cadáver sombrío y macilento
que en sucio polvo dormirá mañana.
Acabó su misión sobre la tierra,
y dejó su existencia carcomida,
como una virgen al placer perdida
cuelga el profano velo en el altar.
Miró en el tiempo el porvenir vacío,
vacío ya de ensueños y de gloria,
y se entregó a ese sueño sin memoria,
¡que nos lleva a otro mundo a despertar!
Era una flor que marchitó el estío,
era una fuente que agotó el verano:
ya no se siente su murmullo vano,
ya está quemado el tallo de la flor.
Todavía su aroma se percibe,
y ese verde color de la llanura,
ese manto de yerba y de frescura
hijos son del arroyo creador.
Que el poeta, en su misión
sobre la tierra que habita,
es una planta maldita
con frutos de bendición.
Duerme en paz en la tumba solitaria
donde no llegue a tu cegado oído
más que la triste y funeral plegaria
que otro poeta cantará por ti.
Ésta será una ofrenda de cariño
más grata, sí, que la oración de un hombre,
pura como la lágrima de un niño,
¡memoria del poeta que perdí!
Si existe un remoto cielo
de los poetas mansión,
y sólo le queda al suelo
ese retrato de hielo,
fetidez y corrupción;
¡digno presente por cierto
se deja a la amarga vida!
¡Abandonar un desierto
y darle a la despedida
la fea prenda de un muerto!
*
Poeta, si en el no ser
hay un recuerdo de ayer,
una vida como aquí
detrás de ese firmamento…
conságrame un pensamiento
como el que tengo de ti.
José Zorrilla
jueves, 12 de febrero de 2009
EN RECUERDO DE JULIO CORTÁZAR

Su obra va a participar de la libertad imaginativa de las Vanguardias, ese conjunto de movimientos que rompieron completamente con el realismo. De todos los movimientos vanguardistas, se acercó especialmente al Surrealismo, y a este componente unió las influencias de los autores que admiraba, tanto americanos (Asturias, Carpentier, Borges, Arlt…) como europeos (Joyce, Jarry, Kafka, Virginia Wolf, Camus…). Todos esos elementos, manipulados en el laboratorio que es la creación literaria, dan origen a esa prosa que nos narra lo fantástico, lo insólito, de forma tan minuciosa y objetiva que se convierte en verosímil.
Destacó, sobre todo, en la creación de cuentos y relatos cortos, como El perseguidor, auténtica obra maestra del género. Su novela más conocida es Rayuela, donde va a utilizar todo tipo de innovaciones técnicas y audacias formales. Se trata de una novela que puede ser leída de manera convencional o salteando capítulos; es decir, accediendo a la historia de forma fragmentada, de manera que el lector ha de componer la ficción como si se tratara de un rompecabezas, convirtiéndose así en un lector activo (él lo llamaba “lector macho” y lo oponía al “lector hembra”, que era pasivo, con una terminología que hoy hubiera levantado ampollas).
A su vanguardismo estético unió también su compromiso social: sobre todo en sus obras de los años setenta (El libro de Manuel, Octaedro, Alguien que anda por ahí…) podemos encontrar durísimos alegatos contra la tortura en América Latina.
Para recordarlo hoy, nada mejor que este fragmente de Rayuela en el que describe un beso (algo muy apropiado para nuestra “semana amorosa”).
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua”.
Bonito, ¿no?
(El texto ha sido proporcionado por Alberto Recio)
NUESTROS ARTISTAS: POEMAS DE AMOR
¡Animo artistas! ¡La poesía os está esperando!

TE QUIERO
Te quiero.
Te lo he dicho con el sol brillando ,
que hace relucir tus ojos azules
y, que de luz, tu hermoso cuerpo va bañando .
Te lo he dicho con la lluvia cayendo ,
que va mojando tu precioso cabello
y que tu lindo cuerpo va acariciando .
Te lo he dicho con la nieve ,
que expresa lo que sientes,
tan fría con mi corazón cuando dice que te quiere.
Pero así no me basta:
más allá de lo que siento ,
quiero decírtelo con lamento ;
más allá de lo que te amo ,
quiero decírtelo con un abrazo .
ALFONSO SÁNCHEZ 2º D
TE QUIERO
Te quiero.
Te lo he dicho con ternura ,

con la imaginación de poder acariciarte
y con mis labios poder besarte.
Te lo he dicho con mis ojos,
que al mirarte se reflejan
dulces y brillosos.
Te lo he dicho con gestos,
con miradas
que siempre se apagan
con el miedo de tu rechazo.
Pero así no me basta:
más allá de la vida ,
quiero decírtelo con palabras ;
más allá de la alegría,
quiero decírtelo con amor .
XINITA 2ºD
TE QUIERO
Te quiero.
Te lo he dicho con la mirada ,
jugueteando en el césped del cielo,

en la soledad de mi corazón .
Te lo he dicho con la luna ,
en nuestra preciosa luna llena
y que sonríe con nuestros sueños .
Te lo he dicho con ímpetu,
que mi sueño es mi castigo
y tu amor será mi alivio .
Pero así no me basta:
más allá de la frustración,
quiero decírtelo con mi pasión ;
más allá del desprecio ,
quiero decírtelo con la mano en el pecho .
HELDIR DELGADO 2ºD
TE QUIERO
Te quiero.
Te lo he dicho con mi amor ,
revoloteando como pajarillo
e impulsado por la tristeza .
Te lo he dicho con mi alegría,
junto a mis pensamientos
que crecen cada día .
Te lo he dicho con canciones ,
con danzas y con flores extravagantes,
que mi amor estará en tu mente .
Pero así no me basta:
más allá de la luna ,
quiero decírtelo con dulzura ;
más allá de un sol ,
quiero decírtelo con amor .

EVA COSIDO 2ºD
TE QUIERO
Te quiero.
Te lo he dicho con las olas ,
jugueteando con el mar
cuando choca con las rocas .
Te lo he dicho con las nubes ,
cuando rozan el cielo,
por eso te digo lo mucho que te quiero .
Te lo he dicho con mi amor,
en los momentos de locuras
cuando mirábamos el sol .
Pero así no me basta:
más allá de los pensamientos ,
quiero decírtelo con palabras ;
más allá del dolor ,
quiero decírtelo con amor .
DIANA E. ARIAS 2ºD
TE QUIERO
Te quiero.
Te lo he dicho con el corazón en la mano ,

con mis dedos acariciándote
y con la luna mirando el amor
que brota de nosotros sobre el banco .
Te lo he dicho con la voz ,
cantando con el cielo a tus pies
y con el mundo al revés .
Te lo he dicho con la alegría ,
que sale de mí
al verte todos los días.
Pero así no me basta:
más allá de la galaxia ,
quiero decírtelo con mil palabras ;
más allá de la alegría,
quiero decírtelo con mi vida .
COLOMBIANITA 2ºD
miércoles, 11 de febrero de 2009
ENCUENTRO CON EL ESCRITOR FERNANDO MARÍAS


martes, 10 de febrero de 2009
NEREA AGUIAR: UNA MIRADA ENTRE LÍNEAS
Una primera mirada a la obra de Aguiar hace inevitable la evocación de aquel prodigio que fue, y es, La alegría de vivir de Matisse, con el lirismo de sus líneas y la audacia del color, una vez controlada la furia cromática desatada por los fauves. Pero si en Matisse, al menos en su etapa central, la línea tenía sentido dentro de un paisaje o escenario más amplio que proporcionaba una razón de ser a las figuras humanas, en Aguiar la propia línea constituye a la vez el escenario y el objeto, las figuras brotan de esa línea omnipresente y se diluyen de nuevo en ella. A la independencia de las figuras de Matisse se opone aquí el entrelazado de las mismas, gracias a la osadía de una línea que se empeña en abarcar todos los rincones del lienzo porque no hay nada que ella no pueda explicar. Y a la vez sabe cuándo tiene que ceder, cuándo es innecesaria, y entonces se difumina y es el color el que impone la forma.
Como en Cézanne, en la obra de Aguiar el color se genera en los objetos y contribuye a darles forma prescindiendo de la perspectiva tradicional, pero mientras que en Cézanne el color no cesa de sobrepasar los límites de los objetos, Aguiar lo encierra dentro de la línea y lo somete a ésta para crear la sensación de un primer plano muy expresivo, detrás del cual se perfilan las demás figuras, en las que el color sí debe extenderse fuera de sus contornos para dejarlas en un segundo plano ficticio. Esta técnica del color como generador de planos, situando los objetos y figuras en un lugar determinado dependiendo de su grado de emancipación frente a la poderosa línea que todo lo abarca, proporciona a la obra de Aguiar el necesario juego de contrastes, un efectivo dinamismo visual que realza su expresividad.
La visión de Matisse del objeto como producto o creación del entorno, actor diferente en contextos diferentes, es en Aguiar una idea recurrente, casi obsesiva: el jarrón, el gato… Este último, que siempre se alza sobre sus patas delanteras, advierte de la posibilidad de un desenlace irracional, amenazador de la armonía que subyace en la trama del lienzo. El jarrón, por el contrario, es estático y acapara la visual, no se puede eludir y confiere a la escena una sensación de cotidianidad ineluctable, como si el drama estuviese latente en la rutina de cada día, acechando en cualquier rincón.
El cubismo analítico nos enseñó el camino a la deconstrucción dramática del mundo, que culminó en la composición sintética, en la cual el mundo es reconstruido con una nueva significación que huye de las apariencias y explora la verdad oculta. Esta idea está presente en la obra de Aguiar. En ella no hay cubos, desde luego, pero sí geometría al servicio de la composición sintética, basada en la línea de extremos imprecisos. Estamos más bien ante una obra cinematográfica, que se desarrolla en dos fases: en primer lugar, existe una 'puesta en escena' donde se distinguen perfectamente todos los elementos, configurando la verdad aparente; acto seguido esta verdad se diluye, la interpenetración de los elementos que la línea lleva a cabo desvela una realidad oculta, dramática, que aniquila la armonía reinante en la puesta en escena. En ciertos lienzos, como Mi lazo es fuerte, la síntesis llega a extremos realmente desapacibles.
Las obras de Aguiar no cuentan historias al estilo de Chagall, ni hay surrealismo en ellas o cualquier rastro de ensoñación. Son más cercanas a una suerte de hiperrealismo sintético, en el cual se nos avisa de las consecuencias atroces de una irrealidad, de una situación ilusoria que está predestinada al desastre y la ofuscación total. Esta temática y el tratamiento de la misma son muy evidentes en De cómo te inspiro y te expiro y Circunstancias. En el primero la verdad llega a ser insoportable y violenta, destructiva (la mano de la mujer, que el hombre no puede ver, es aquí una garra ominosa); las espirales maltrechas sugieren una caída tortuosa y dolorosa al fondo de un abismo sin solución ni vuelta atrás. En el segundo cuadro, en torno a la maternidad y la condición de mujer, este abismo doloroso no es tan explícito, más bien el dolor acecha como una sombra funesta, quizás eludible.


La dolce vita es el más traicionero de todos. En un principio denota solidez, cada pieza parece estar firmemente ensamblada, para luego descubrir que la composición se despedaza, manifestando una verdad frágil que muestra dos aspectos de la misma realidad, la que vemos todos lo días y la que no queremos ver, así como la difusa frontera que las separa. La mujer, en una pose gozosa y acomodada, tiene los ojos manchados, no puede o no quiere ver más allá de la realidad que le conviene: la dulce vida insustancial y aburguesada de la gran ciudad.
Hay dos cuadros que no he mencionado, por ser quizá más figurativos y técnicos. Si bien son premonitorios del potencial expresivo de su creadora, carecen de la tensión narrativa que hacen del resto obras realmente espléndidas.
Alberto Recio Martín
6 de febrero de 2009
LOS CORAZONES DE EL OLIVO




Se acerca el día de San Valentín, y El Olivo se está llenando de corazones llenos de poesía amorosa. Desde aquí invitamos a todos, TODOS, a que participen.