jueves, 14 de mayo de 2009

AÑO INTERNACIONAL DE LA ASTRONOMIA/8

Somos seres vivos. Tú y yo. Nos debatimos entre la vida y la muerte durante casi 100 años hasta que, al final, vence la muerte. Lo que nos pasa a ti y a mí, y a muchos otros seres de la Tierra, se llama VIDA. Lo que le pasa a una estrella a lo largo de sus miles de millones de años de existencia es algo muchísimo más alucinante, y aún no lo conocemos todo. Llamémoslo VIDA ESTELAR. Esta vida también acaba en muerte, y antes atraviesa etapas apacibles, etapas violentas y etapas de incertidumbre: "¿Qué hago ahora para no morir aplastada por mi propia masa?. Un momento de duda puede prolongarse durante millones de años hasta que la estrella encuentra una solución para evitar su propio desastre: "Ya que la fuerza de la gravedad es tan grande y el hidrógeno se me acaba, voy a fusionar átomos de helio". Y así la estrella logra sobrevivir unos miles de millones de años más, en lo cuales se forman nuevos átomos como el carbono y el oxígeno.

El problema se repite, y la estrella tiene que utilizar su propia basura (carbono y oxígeno) para desencadenar nuevas reacciones de fusión y liberar energía que frene el aplastamiento gravitatorio (colapso). El último residuo es hierro puro, que se concentra en el núcleo de una estrella vieja. Y como el hierro no puede seguir fusionándose, la estrella pierde la batalla contra el colapso y empieza a contraerse irremediablemente. La estrella sufre una explosión terrible, en la cual libera la energía de millones de soles. Esta explosión es uno de los sucesos más violentos del universo, y se denomina SUPERNOVA.

Si una de las estrellas cercanas, como Sirio, se convirtiera en supernova ahora mismo, brillaría en nuestro cielo como un segundo Sol, y su radiación nos abrasaría. Cuando una estrella sufre una explosión así, arroja al espacio gran parte de la materia que se formó en su interior: carbono, oxígeno, silicio, azufre… Toda esta materia se agrupará en el espacio formando planetas y, con el tiempo, vida orgánica. Así que nuestra mano está hecha de átomos que fueron creados en el interior de alguna estrella, antes de explosionar como supernova y expulsar su basura nuclear.

Nuestro Sol nunca se convertirá en supernova, no es tan grande. Sin embargo, el calor producido por la contracción del núcleo hará que el hidrógeno de las capas exteriores entre en combustión, convirtiéndose en una estrella GIGANTE ROJA, cientos de veces más grande que ahora. Esto será dentro de 5 mil millones de años. Para entonces la vida, si aún existe, se extinguirá completamente. Y después el Sol se enfriará hasta morir como ENANA BLANCA, un cuerpo formado por átomos tan apretados que los electrones escapan y navegan libres dando lugar a un gas brillante y denso (una cucharada de enana blanca pesa 10 toneladas). Los astrónomos tienen localizadas 3 mil enanas blancas en la galaxia. He aquí el Sol en sus tres fases: actual, como gigante roja y como enana blanca moribunda.

Si la estrella supera seis veces la masa del Sol, su destino será convertirse en supernova y explotar. Tras la explosión quedará tan sólo el núcleo de hierro sintetizado durante la vida normal de la estrella. Si este residuo es muy grande, seguirá contrayéndose por la fuerza de la gravedad, de manera que los protones y electrones se aplastarán unos con otros formando neutrones. El resultado será una ESTRELLA DE NEUTRONES, de unos 10 km de radio, tan densa que una cucharada pesaría unos 100 millones de toneladas.


Y si dicha estrella sigue siendo muy grande, nada impedirá que la gravedad gane la batalla. Los neutrones colapsarán y se originará un AGUJERO NEGRO. Este objeto desafía todas nuestras teorías sobre la naturaleza. La materia se comprime sin límite hasta quedar reducida a un punto en el espacio. Todo lo que se aproxime a este punto: planetas, estrellas e incluso la luz, será absorbido por el agujero negro, desintegrado y convertido en radiación que jamás podrá escapar. Se ha demostrado su existencia en el centro de las galaxias y girando alrededor de ciertas estrellas a las que van engullendo poco a poco.


Recientemente fue hallado el agujero negro más grande que se conoce: su masa es de 18.000 millones de soles y tiene el tamaño de una galaxia. El espacio y el TIEMPO se comprimen tanto en sus cercanías que, si te acercaras a una distancia prudencial y permanecieras ahí 15 minutos según tu reloj, tomándote un plato de natillas, en la Tierra estarían transcurriendo 15 mil años, de modo que al regresar te encontrarías con un futuro remoto y desconocido, sin vuelta atrás. ¿Querrías hacer ese viaje? ¡No olvides tu plato de natillas! Al enviar imágenes a la Tierra donde se viera cómo te las comes, los humanos de allí te observarían zampando a cámara lenta, al ritmo de una cucharada cada 500 años. Inimaginable pero cierto. Así es el universo. Intrigante. Y todo lo que hay que saber de él está en las estrellas: en su vida y en su muerte.

Alberto Recio
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