El Sol. La estrella madre. Él nos dio la vida, nos regala su luz y calor, y a la larga será quien nos destruya. Toda la energía que usamos, excepto la nuclear, proviene del astro rey. La energía eólica procede del viento, pero el aire se mueve gracias al calor del Sol; la energía hidroeléctrica procede de la caída del agua, pero… ¿quién lleva el agua a las tierras altas para que luego caiga? El Sol lo hace, cuando calienta el agua de los mares, la convierte en vapor y la eleva hasta los cielos que luego la arrojarán en forma de lluvia originando torrentes y lagos. Y el petróleo son los restos de las criaturas que han ido poblando la Tierra desde hace 1000 millones de años, viviendo gracias al Sol.
El Sol es monstruosamente grande. La cantidad de masa que contiene es inimaginable para nosotros. Fíjate, cada segundo pierde más de un millón de toneladas en forma de luz y calor. Y tiene tantas toneladas que aún puede seguir perdiéndolas a ese ritmo durante 5000 millones de años más. ¡Multiplica los segundos que hay en 5000 millones de años por 1 millon y obtendrás la masa actual del sol en toneladas! Como dije antes, inimaginable. Todo lo que sucede en una estrella, su mera existencia, su evolución y su muerte, es absolutamente brutal y estremecedor, tan fascinante que sobrepasa nuestra capacidad de asombro y de comprensión.
En la Tierra, cuando algo cae al suelo, solemos decir: "de ahí no pasa". En efecto, todo lo que cae deja de hacerlo en cuanto llega al suelo. En una estrella eso no pasa jamás. Todo lo que contiene la estrella está cayendo y cayendo y cayendo lentamente durante miles de millones de años. Quizá no lo entiendas, pero ya te advertí que era difícil de comprender, y aunque lo comprendas no te lo puedes imaginar. La estrella se pasa la vida entera cayendo sobre sí misma, contrayéndose. Cuando estudias astrofísica te definen la estrella como un "objeto autogravitante". Es su enorme gravedad lo que provoca la perpetua contracción de su masa. La Tierra tiene una masa ridículamente pequeña, por eso el suelo se queda donde está, no cae dentro de sí mismo.
Claro que la estrella encuentra la manera de frenar su contracción, y lo hace explotando. Cuando la materia cae sobre sí misma, y esta materia no es otra cosa que átomos de hidrógeno, se produce una fusión nuclear que libera energía según la ecuación de Einstein: E = mc2. Al liberarse esta energía, en forma de luz y calor, la estrella expulsa su masa al exterior, que es lo que llamamos "explosión". Así que, desde que nace, la estrella sufre continuamente contracciones y explosiones, alcanzando un equilibrio que la mantiene estable, como sucede con nuestro Sol actualmente. ¿Hasta cuándo? ¿Qué le pasa a la estrella al consumir buena parte de su masa? ¿Es capaz de vencer su propia gravedad? ¿Qué fin le espera al Sol? ¿Y a nosotros, si es que seguimos aquí?
Además de esto, el próximo día te contaré un secreto. Observa una de tus manos. Ponla frente a tus ojos y piensa: esta mano estuvo, hace mucho tiempo, en el interior de una estrella. ¿Cómo pudo ser? ¿Te lo cuento?
Alberto Recio
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