Fue ayer, no hoy, lo reconocemos; pero, a veces, somos de efecto retardado. Además, los derechos del niño (y los de cualquier ser humano) deben ir más allá del día de su celebración. Llegamos, pues, a tiempo para alzar nuestra voz contra situaciones como la de esta fotografía:
Recordamos también que, muy cerca, cada vez más, hay niños a los que la vida los está castigando. No necesitan caridad, necesitan un mundo más justo.
Una segunda oportunidad a mí misma
Hace 6 horas
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