martes, 19 de mayo de 2009

HOMENAJE A MARIO BENEDETTI


HASTA LUEGO, MARIO




Esta mañana hemos amanecido con la noticia del fallecimiento del escritor uruguayo Mario Benedetti, uno de los poetas más famosos de nuestra literatura española contemporánea. Ya sabíamos que estaba gravemente enfermo, por esa dolencia pulmonar que le llevaba y le traía frecuentemente al hospital en los últimos años.

Cuando he llegado a casa después del instituto, he ido directa a la estantería y he sacado mis “Benedettis”. En uno de ellos encontré dobladas varias hojas en las que había unas notas que tomé hace mucho tiempo, un dos de agosto de 2002, un caluroso verano en un curso de El Escorial. Allí, en una sala abarrotada recibimos con una larga ovación al gran maestro. Ya por aquel entonces su mala salud hizo que un año antes hubiera tenido que anular el encuentro, así que todos estábamos ansiosos por escucharle, por tenerle cerca. Allí nos hipnotizó con su voz cálida y cordial y nos ganó para siempre con su amable cercanía. Él mismo nos dijo que “hay poemas para ser leídos en voz alta y otros para ser leídos nada más”. En él los poemas cobran vida y casi parecía que leía como si contara un cuento a un niño.



Su vida estuvo cargada de vivencias intensas y amargas, de exilios que le obligaron a mantener abiertas varias casas. Como él mismo contó en una entrevista, “Tuve que escapar de mi país. Me avisaron con 48 horas de antelación de que iban a pillarme y a torturarme y no tenía muchas ganas de eso, así que me fui a Argentina. En este país sacaron una lista con 12 nombres: los iban a matar. Yo era el único extranjero de todos ellos y los amigos me dijeron: vete, que empezarán por ti”. Después vino Perú y la cárcel, luego Cuba, más tarde España. Él quería mucho a nuestro país y venía todos los años. Todos esos exilios y “desexilios”, como él mismo los denominó, hacen que hoy en el recuerdo todos le sintamos un poco nuestro.

Creo que Benedetti es el gran poeta de los jóvenes, que tuvo la gran habilidad de conectar a la vez con varias generaciones. Le valoro que no se quedara en esa tentadora torre del Parnaso, sino que fue un auténtico poeta a pie de calle. Es un poeta popular, que, como hoy le reconocía el también poeta Luis García Montero, supo unir calidad y cercanía, en la mejor tradición de Antonio Machado y César Vallejo. Además, puede que sea uno de los poetas más cantados. Han puesto música a sus poemas Nacha Guevara, Soledad Bravo, Mercedes Sosa, Pablo Milanés o Joan Manuel Serrat. Aquí os dejamos un vídeo con fotos del poeta en la que cantan en un dueto Tania Libertad y Joan Manuel Serrat el poema “Papel mojado”.





Me cuesta seleccionar sólo un par de poemas para que los podáis leer aquí por eso os recomiendo que nos os conforméis con tan poco y dedicad tiempo a leerle. Podéis incluso tener el placer de escucharle en este enlace:

http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/mbenedetti/index.shtml

el portal que le dedica la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Yo voy a seleccionar dos poemas que representan mucho para mí. El primero “Hagamos un trato” me lo regaló un día la compañera de viaje que me acompaña prácticamente desde que nací y el segundo “Estados de ánimo” es uno en el que creo que muchos nos podemos sentir reflejados a veces.


HAGAMOS UN TRATO

Compañera

usted sabe

que puede contar

conmigo

no hasta dos

ni hasta diez

sino contar

conmigo.


Si alguna vez

advierte

que la miro a los ojos

y una veta de amor

reconoce en los míos

no alerte sus fusiles

ni piense qué delirio

a pesar de la veta

o tal vez porque existe

usted puede contar

conmigo.

Si otras veces

me encuentra

huraño sin motivo

no piense qué flojera

igual puede contar

conmigo.


Pero hagamos un trato

yo quisiera contar

con usted

es tan lindo

saber que usted existe

uno se siente vivo

y cuando digo esto

quiero decir contar

aunque sea hasta dos

aunque sea hasta cinco

no para que acuda

presurosa en mi auxilio

sino para saber

a ciencia cierta

que usted sabe

que puede

contar conmigo.



ESTADOS DE ÁNIMO


A veces me siento como un águila en el aire...

(A propósito de una canción de Pablo Milanés)


Unas veces me siento

como pobre colina,

y otras como montaña

de cumbres repetidas,

unas veces me siento

como un acantilado,

y en otras como un cielo

azul pero lejano,

a veces uno es

manantial entre rocas,

y otras veces un árbol

con las últimas hojas,

pero hoy me siento apenas

como laguna insomne,

con un embarcadero

ya sin embarcaciones,

una laguna verde

inmóvil y paciente

conforme con sus algas

sus musgos y sus peces,

sereno en mi confianza

confiando en que una tarde,

te acerques y te mires...

te mires al mirarme.



Nos unimos desde aquí a la consternación que hoy recorre toda América y todas las letras españolas. Como tú dijiste, Mario “después de todo, la muerte es síntoma de que hubo vida”. Y tú vivirás siempre en nosotros. Sabemos que podemos contar contigo. Tu poesía es necesaria.

Patricia del Amo



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