Mayo, el mes de Maya, diosa de la naturaleza y diosa... de la libertad.
Tenemos 7 días de Mayo de Frankenheimer.
Una película de género muy bien hecha. El tema: un intento de golpe de estado militar en plena guerra fría en la misma Estados Unidos. El mejor Hollywood con sus mejores cualidades.
Santa Petronila. Su santo es el 31 de mayo. Viene al caso porque ese día se desarrolla el relato corto de Maupassant, Un día de campo. Jean Renoir lo llevó al cine en 1936. Una verdadera delicia con el encanto, la sensualidad, la ingenuidad de unos tiempos ya lejanos. El relato de Maupassant lo podéis leer aquí:
RELATO DE MAUPASSANT
Y la adaptación de Renoir con subtítulos en inglés.
Moonfleet de Fritz Lang.
Fritz Lang es un director que supo sacar de todos los géneros lo mejor. Desde Metrópolis, muda, cine político y ciencia ficción. Esta es una película de aventuras. Una gran película de aventuras.
Una de las mejores adaptaciones de la obra de Ben Hetch, The front page, es My girl friday de Howard Hawks. La acción se desarrolla a finales de mayo. La otra es la de Billy Wilder, treinta años después. Una crítica ácida sobre el periodismo y la naturaleza humana.
1 de mayo
Es curioso; hay muchos documentales, pero ninguna película sobre los acontecimientos del 1 de mayo de 1886. Recordemos ahora más que nunca por qué celebramos el primero de mayo. Fue gracias a los mártires de Chicago.
Del 2 de mayo hay muchas películas. Todas caen en el mismo error: orgullo patriótico exacerbado y no digamos ya en el periodo franquista. Cuando se cumplió el bicentenario Telemadrid produjo una serie dirigida por José Luis Garci. No cuaja. Ni es divertida, ni te atrapa, ni convence su adaptación histórica; se queda a medio camino de todo y de todos. Te recuerda mucho a esa serie que ahora ponen por Antena 3 todas las tardes, Bandolera. O a otras adaptaciones parecidas. Ni chicha ni limoná.
Ya que estamos prefiero Curro Jiménez, la verdad. Ese sí que era un hombre... y no como los de ahora. Y la serie era muy divertida y te hacía pasar las tardes mucho mejor.
Al menos la de José Buchs del año 1927 no pretendía otra cosa que recordar y alabar a los héroes de la patria. Y como es muda, tiene el encanto de lo antiguo...
La comuna de París de 1871
Entre marzo y mayo de 1871 París vivió un momento de libertad absoluta. Es uno de los grandes mitos franceses. En 1951 Menegoz hizo una película-documental sobre el tema.
Pero la mejor versión sobre esos acontecimientos está en la película de Peter Watkins, La comuna. Narrada como si dos reporteros nos estuvieran contando ahora mismo qué ocurre tiene una vitalidad asombrosa.
Son tres horas, pero vale la pena.
El 28 de mayo terminó el sueño. En su homenaje hay una canción, otra: El tiempo de las cerezas, que se convirtió en el himno de la Comuna y que luego sirvió de recuerdo de unos tiempos de esperanza y libertad.
Cuando cantemos en el tiempo de las
cerezas
silbará aún mejor el mirlo burlón.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas
cuando vamos los dos a cortar soñando
pendientes para las orejas…
silbará aún mejor el mirlo burlón.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas
cuando vamos los dos a cortar soñando
pendientes para las orejas…
Cerezas de amor iguales que rosas
que caen bajo el follaje como gotas de sangre…
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas,
pendientes de coral que se cortan soñando.
que caen bajo el follaje como gotas de sangre…
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas,
pendientes de coral que se cortan soñando.
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas,
si acaso teméis las penas de amor,
evitad a las hermosas mujeres.
Yo, que no les temo a los grandes dolores,
no viviré ya un día sin sufrir…
si acaso teméis las penas de amor,
evitad a las hermosas mujeres.
Yo, que no les temo a los grandes dolores,
no viviré ya un día sin sufrir…
Cuando estéis en el tiempo de las
cerezas,
vosotros también penaréis de amor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas.
Es de ese tiempo del que guardo en el corazón
una herida abierta.
vosotros también penaréis de amor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas.
Es de ese tiempo del que guardo en el corazón
una herida abierta.
Y aunque se me ofreciera la dama Fortuna,
no podría jamás calmar mi dolor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas,
y el recuerdo que guardo en el corazón.
no podría jamás calmar mi dolor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas,
y el recuerdo que guardo en el corazón.
Habría que esperar casi un siglo para que otra generación muy diferente saliera a la calle en el Mayo del 68.
La película Soñadores de Bertolucci se desarrolla durante esa "pequeña revolución burguesa".
¿Deberíamos hablar del 15 M ahora cuando se cumple el primer aniversario?
¿Hay otra generación dispuesta a cambiar el mundo? ¡Quién sabe! En Mayo todo es posible...
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