Con una, mira al año que termina; con la otra, contempla el año que está empezando.
No es casualidad, por tanto, que en las películas que se desarrollan durante el mes de enero o que tengan el mes de enero como punto de partida o en sus escenas más importantes, encontremos dos elementos:
- El año nuevo y, por tanto, también el fin del año pasado.
- El frío y, muchas veces, la nieve.
Están los que desean para el nuevo año lo que no han tenido en el pasado. Así empieza El diario de Bridget Jones.
O los que consiguen al final del metraje un amor el día o la noche de año nuevo: Cuando Harry encontró a Sally.
También encontramos películas vinculadas a acontecimientos que sucedieron en el mes de enero.
Siete días de enero de Juan Antonio Bardem que narra la matanza de los abogados laboralistas de Atocha o películas cubanas que recuerdan que el 1 de enero de 1959 Cuba entró en una nueva etapa de su historia.
Entre ellas la mejor es una película que gira alrededor de un día aciago para Irlanda, el 30 de enero de 1972, el famoso Bloody Sunday.
Una matanza de ciudadanos civiles por parte del ejército británico que condenó a la población a treinta años de terrorismo y guerra abierta entre el IRA y las fuerzas policiales británicas.
La película de Paul Greengrass es extraordinaria, casi como un documental; tiene una gran fuerza visual y explica con gran claridad qué se hizo, porqué y cómo.
El comienzo y el final. La vida y la muerte. Todo lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos.
¡Feliz año nuevo!
Santiago Martín Solera
No hay comentarios:
Publicar un comentario