El primer encuentro de Alejandro con su famoso caballo fue cuando aquel tenía sólo doce años. Cuando su padre, el rey Filipo de Macedonia, estaba comprando caballos, le trajeron a Bucéfalo, que empezó a actuar de una manera salvaje, saltando y coceando a su alrededor. Como nadie parecía capaz de someterle, Filipo ordenó que se lo llevarán de allí, por imposible.
Pero Alejandro observó que el caballo estaba asustado de su propia sombra con lo que le colocó de forma que se enfrentara al sol. Entonces Alejandro se agarró a la crin y saltó sobre su grupa. Acariciándolo y hablándolo suavemente, Alejandro lo cabalgó enfrente de su padre con mucho orgullo.
Filipo, impresionado, pagó un buen precio por el caballo y se lo dió a su hijo Alejandro que le puso de nombre Bucéfalo ( Βουκέφαλος: bou-céfalos: cabeza de buey)a causa de la anchura de su frente, con una estrella blanca, y su cara algo redondeada.
Alejandro y Bucéfalo recorrieron miles de kilómetros, y lucharon en muchas batallas. Finalmente murió a causa de heridas recibidas en una batalla y en su honor, Alejandró fundó una ciudad con su nombre.
La historia se remonta al IX a.C. cuando un oráculo anunció a los frigios, que se encontraban en una guerra civil y sin rey, que debían coronar al primer hombre que entrara en la ciudad en un carro tirado por bueyes. Así apareció Gordias, que se dirigía a consultar al oráculo si el hecho de que un águila se hubiera posado en su arado podía ser considerado un augurio de que se convertiría en rey. Proclamado rey de Frigia, fundó la ciudad de Gordio y, en señal de agradecimiento, ofreció al templo de Zeus su carro y ató la lanza y el yugo con un nudo cuyos cabos se escondían en el interior, y tan complicado que nadie lo podía soltar.
Según el historiador Quinto Curcio, cuando Alejandro Magno llegó al templo de Gordio, halló un yugo atado por un nudo muy intrincado y, sin pensárselo dos veces, sacó la espada y cortó el nudo, diciendo: " da lo mismo (tanto monta) cortar como desatar". Efectivamente, Alejandro conquistó Oriente.
Se dice que fue Antonio de Nebrija quien sugirió al rey Fernando el Católico el famoso nudo gordiano como símbolo (yugo con una cuerda suelta) y la frase "Tanto Monta..." como divisa personal, dada la tradición del reino aragonés en expandirse por el Mediterráneo, es decir, hacia Oriente.
Así, al contrario de lo que se pueda creer, el “Tanto monta” no es una divisa de los Reyes Católicos, sino únicamente de Fernando junto al yugo y el nudo y, por su parte, el haz de flechas atadas con una cuerda identificaba a Isabel.
Por cierto, a Alejandro Magno le había preparado para reinar su padre Filipo de Macedonia, pero había encomendando a Aristóteles su formación intelectual.
Así pues las respuestas al Enigma son:
y los alumnos del IES El Olivo:
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