.
Las libélulas son insectos anisópteros (del griego anisos "desigual" y pteros "alas). Viven en las cercanías de lagos, charcas, ríos..., ya que sus larvas son acuáticas. Pero la libélula es mucho más: su cuerpo frágil, sus alas sutiles y su vuelo rápido la han convertido en materia artística. Aquí tenéis el ejemplo.
En primer lugar, os ofrecemos un fragmento de la obra de Gerald Durrell (1925-1995) Animales en general, en el que describe la metamorfosis de una libélula.
"Recuerdo una vez, en Grecia, cuando yo era muy joven, estaba sentado a la orilla de un riachuelo que discurría perezosamente. De pronto, salió del agua un insecto que parecía recién llegado del espacio ultraterrestre. Se abrió camino laboriosamente por el tallo de un junco. Tenía unos grandes ojos bulbosos, un cuerpo arunculado apoyado en patas como de araña y, en el pecho, un artilugio curioso, cuidadosamente plegado, que parecía algo así como una escafandra marciana. El insecto siguió avanzando cuidadosamente por el tallo mientras el sol caliente le iba secando el agua de su feo cuerpo. Después se detuvo y pareció caer en trance. Su aspecto repulsivo me fascinó y al mismo tiempo me interesó, porque en aquel entonces mi interés por la historia natural sólo era comparable a mi ignorancia, y no lo reconocí como lo que era. De pronto advertí que el animalillo, ya totalmente seco por el sol y tostado como una avellana, se había agrietado por la espalda y, mientras yo miraba, parecía como si un animal que llevara dentro estuviera tratando de salir. Al ir pasando los minutos el combate se fue acentuando y la grieta fue ensanchándose hasta que el animal de dentro salió de su fea piel, se agarró débilmente al tallo del junco, y vi que era una libélula. Tenía las alas todavía mojadas y arrugadas por el extraño nacimiento, y el cuerpo blando, pero, mentras yo observaba, el sol fue haciendo su labor y las alas, ya secas, se volvieron rígidas y frágiles como copos de nieve y adquirieron un dibujo tan intrincado como ventanas de catedral. También el cuerpo se le fue poniendo rígido, y su color cambió a un azul cielo brillante. La libélula agitó las alas un par de veces, haciendo que brillaran al sol, y después se lanzó a un vuelo inseguro, dejando atrás todavía aferrado al tallo, el desagradable cascarón de su antiguo yo".
Ahora os toca verlo en directo:
Esa maravilla que es la libélula se convirtió en una de las representaciones favoritas del Modernismo, movimiento que afectó a todas las manifestaciones artísticas entre finales del siglo XIX y principios del XX. Aquí tenéis el precioso broche-libélula que diseñó el genial joyero francés René Lalique (1860-1945).Para finalizar, aquí tenéis un fragmento del poema "Sonatina" de Rubén Darío (1867-1916), el gran poeta del Modernismo, donde aparece la libélula:
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
LIBÉLULA: QUÉ HERMOSA CONJUNCIÓN DE CIENCIA, ARTE Y LITERATURA.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario