Sabes que sol no llega al alma.
Sabes que aunque hoy tus ojos la ven,
sólo porque te mire tu amada
en Dios no se cree.”
Este poema que yo he escrito te lleva, Gustavo, a la realidad que tú sabes desde hace tiempo: que tu amada no es de verdad.
JESÚS SERRANO 4ºC
En algunas ocasiones es mejor guardarse el orgullo y en otras es mejor dar tu opinión. Es mejor actuar en el momento y no lamentarse toda la vida de lo que pudo haber sido. Si en sus ojos asomaba una lágrima deberías habérsela secado, pero no con palabras de perdón, sino con sentimientos puros. Tendrías que haberle demostrado todo tu amor hacia ella. Pero esto es pasado y ya que es tarde para cambiarlo, todavía podrías transformar el futuro.
(Respuesta a la rima XXX)
RAQUEL DEL SAZ 4ºC
¡Hola Bécquer!
Sólo quería decirte que tus poemas son preciosos, transmiten un sentimiento que ningún otro poeta podrá conseguir. Me he fijado en un poema en particular, que me ha llamado mucho la atención, es el XVII. Me parece muy bonito, aunque no creo que el amor sea, como tú dices, el centro de la vida. Comprendo que es algo que todo el mundo quiere tener, alguien que te ame, que te cuide, que te ayude y que nunca te deje solo. Pero también creo que es prescindible.
Aunque en mi juventud nunca haya vivido algo así, creo que algún día llegará ese momento y espero que comprenda tu poema. Hasta entonces, aquí te dejo mi opinión.
Un saludo de tu lectora.
PAULA PALOMO 4ºC
Gustavo Adolfo Bécquer, «La musa» (1860). Álbum de Josefina Espín. Fotografía de Rafael Montesinos.Querido Bécquer:
En cierto verso usted proclama orgulloso “por una mirada un mundo”
mas para aquella a la que se ama,
un mundo comparado con su mirada
es como comparar a un león con una manada.
En cierto verso usted vitorea victorioso “por una sonrisa un cielo”
mas para aquella a la que se quiere
un cielo comparado con una sonrisa
es como comparar al mar con su brisa.
Y en aquel último verso usted canta finalmente eufórico
“por un beso ¡yo no sé que te diera!”
mas esa indecisión para aquella a la que se desea
es como una pregunta sin solución.
JUAN MANUEL MARTÍNEZ
Madrid, 21 de abril de 1860
Querido Bécquer:
Compañero, por fin encontraste el amor en la dulce Casta. Escribía esta carta para desearte mi más sincera felicidad pero sé que no eres dichoso. Te conozco desde la infancia y sé que Casta no es tu ideal de mujer, pero si crees que la quieres, lo respeto.
También quería comunicarme contigo para saber si estás a gusto en el trabajo que te busqué en el periódico. Creo que en la redacción de “El Contemporáneo” estarás en tu salsa.
Sin más me despido.
GABRIEL IBÁÑEZ RUIZ
Sevilla, 1 de octubre de 1870
Querido Bécquer:
Como lector suyo que soy, me gustaría darle la enhorabuena por esos poemas tan maravillosos que escribe y que llegan al alma. También me encantan sus leyendas.
El otro día leyendo su rima LII me sorprendió el mensaje que transmite en ella. Los poemas que había leído de usted hasta ese momento eran positivos, cargados de sentimientos, de amor, pero en esta rima veo su deseo de morir. El otro día me enteré de la noticia de la muerte de vuestro hermano Valeriano, al que estaba tan unido. Reciba mi más sentido pésame. Sé que lo está pasando mal. No se desanime, siga escribiendo esas fantásticas composiciones con las que nos deleita todas las semanas en “El Contemporáneo”.
Cuídese y mejórese de salud.
Un afectuoso saludo de su admirado lector.
SERGIO IGLESIAS ROMERO 4ºC
Gustavo Adolfo Bécquer, «El poeta y las musas» (1860). Álbumes de Josefina Espín. Familia Marañón.
Usted debería saber que aunque las cosas te vayan muy mal no hay que perder la esperanza, para eso le he dejado este texto, para ver si cambia su manera tan pesimista de ver el mundo:
“Aunque las olas gigantes
destruyan las rocas y la tierra,
aunque salga serpientes,
¡no perderás la esperanza!
Aunque los huracanes
arranquen los árboles
y te quedes sin dientes,
¡no perderás la esperanza!
Aunque los rayos partan las nubes
y se caiga el cielo,
aunque te devoren los peces
¡no perderás la esperanza!”
Espero que tengas las cosas más claras ahora y no quieras dejarte morir tan fácilmente como tú antes pensabas.
AYOUB EL HASSOUNI 4ºC
"Junto a la tumba" Valeriano Bécquer
Querido Bécquer:
He leído tus rimas y tus leyendas, y la verdad, he leído muchas leyendas, pero las tuyas son las que más me han gustado porque me animaban a no parar de leer. En un cuanto a los poemas, no estoy muy acostumbrada a leer poesía, pero me ha llegado mucho el sentimiento que transmites y la emoción que le pusiste al escribirlas.
De corazón lo digo, ojalá estuvieras vivo y pudieras todavía cautivarnos con nuevos poemas y leyendas, parecidas a las que tanto éxito han tenido.
Me despido diciéndote que tus poemas me cautivaron tanto que hasta me ha empezado a gustar leer poesía.
Un beso.
VANESA VELASCO 4ºC
Querido Gustavo Adolfo:
He de decirte que no he leído todas tus leyendas, ni todas las rimas, pero las que he leído me han gustado. Fuiste un gran escritor, pero ahora eres algo más que eso. Creo que nunca llegaste a pensar que por tu obra, después de tanto tiempo, fueras reconocido, tan valorado y tan importante en nuestra literatura.
Gracias por enriquecer nuestra cultura y por haber compuesto esos preciosos poemas y esas leyendas tan entretenidas y plagadas de fantasía.
Gracias.
CRISTINA RAFAEL 4ºC
Me han encantado todos vuestros poemas y cartas. Bécquer estaría encantado de conoceros. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarIsabel Sánchez Ortiz
Maravillosos los poemas y cartas 4ºC los mejores¡¡¡¡
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