El pasado día 15 de enero, los grupos de segundo de bachillerato, fuimos a la representación de la obra de Ramón María del Valle-Inclán, Luces de Bohemia, que tuvo lugar en el círculo de Bellas Artes de Madrid.
La obra quedó dividida en dos por un intermedio (un poco corto) que era necesario, por la propia extensión de la misma y la intensidad en el contenido de la mayoría de las escenas, que exigía especial atención. Hay que decir que la compañía supo resolver de manera aceptable el problema que presentaba la puesta en escena de Luces de Bohemia, ya que emplearon cuatro paneles móviles, con ambiente interior en una cara, por medio de ropa colgada a modo de perchero y con un juego de láminas de metal que simulaban ser espejos que simboliza el esperpento. En cuanto al reparto, cada actor asumió el peso de varios papeles, debido al gran número de personajes que aparecen en la obra.
Creemos que se quedaron pobres en lo referente al uso de luces y música, que en ambos casos, podían haberse usado para acompañar la acción dramática de forma armónica, y no como complemento añadido.
Como resumen breve de la obra, podemos decir que gira en torno al protagonista de la obra, Max Estrella. Se trata de un poeta derrumbado por la ceguera y el hambre que, junto con su amigo y lazarillo Don Latino de Híspalis y el resto de los personajes nocturnos, pululan por el Madrid más sórdido. A lo largo de la noche, estos dos vagabundos van encontrándose con todo el lumpen de la cuidad: delincuentes, prostitutas, proletarios mal pagados, policías, periodistas, ministros… En definitiva, un microcosmos completo de la sociedad de la época de entonces que no se distancia tanto de la de ahora.
Al finalizar la obra, nos fuimos a Atocha, puesto que algunos compañeros y compañeras no quisieron dar un paseo por los alrededores del teatro.
Melody Tamaral
Rocío Sánchez
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