Estos poemas están dedicados, especialmente, a mis alumn@s de primero de bachillerato, porque también a ell@s les ha llegado la hora de cuestionarse quiénes son.
He seleccionado al zamorano León Felipe (1884-1958), a nuestro Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez (1881-1958), y al asturiano Ángel González (1925-2008) para que nos hablen de sí mismos.
EL CRISTO…ES EL HOMBRE
Ni el rico
ni el pobre importan nada…
Ni el proletario
ni el diplomático
ni el industrial
ni el arzobispo
ni el comerciante
ni el soldado
ni el artista
ni el poeta en su sentido ordinario y doméstico importan
nada.
Nuestro oficio no es nuestro Destino
“No hay otro oficio ni empleo que aquel que enseña al
hombre a ser un Hombre”.
El Hombre es lo que importa.
El Hombre ahí,
desnudo bajo la noche y frente al misterio,
con su tragedia a cuestas,
con su verdadera tragedia,
con su única tragedia…
la que surge, la que se alza cuando preguntamos, cuando
gritamos en el viento.
¿Quién soy yo?
Y el viento no responde… Y no responde nadie.
¿Quién es el Hombre?... […]
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo;
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera.
Juan Ramón Jiménez
.
YO MISMO
YO MISMO
me encontré frente a mí en una encrucijada.
Vi en mi rostro
una obstinada expresión, y dureza
en los ojos, como
un hombre decidido a cualquier cosa.
El camino era estrecho, y me dije:
“Apártate, déjame
paso,
pues tengo que llegar hasta tal sitio”.
Pero yo no era fuerte y mi enemigo
me cayó encima con todo el peso de mi carne,
y quedé derrotado en la cuneta.
Sucedió de tal modo, y nunca pude
llegar a aquel lugar, y desde entonces
mi cuerpo marcha solo, equivocándose,
torciendo los designios que yo trazo.
Ángel González
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